No hay casi nada más importante para el cuerpo humano que el sueño, necesitamos dormir para sentirnos mentalmente descansados, recargar todos nuestros sistemas y combatir enfermedades.

Y claro, existen muchísimos mitos sobre el sueño y el buen descansar. Con tanta información errónea, ¿cómo puedes distinguir entre lo real y lo falso?

Pues aquí te ayudamos con algunos de los más comunes:

Dormir con frío puede ayudarte a dormir mejor: cierto

Nuestro cuerpo usa un proceso conocido como termorregulación para ayudarnos a dormir lo mejor posible. Mientras más frescos dormimos, más profundo y restaurativo es nuestro sueño.

Mientras más duermes, mejor: falso

Deberías intentar dormir entre 7 a 9 horas cada noche, pero sí es posible dormir de más. Existen muchas evidencias que quienes suelen dormir por más horas de lo recomendado suelen tener vidas más cortas. Esto aplica para gente que duerme más de 10 horas por noche.

Pero cuando te estás recuperando de una enfermedad o algo por el estilo, dormir más ayuda con la recuperación.

Afinar tu ritmo circadiano hará que duermas mejor: cierto

El ritmo circadiano es un proceso interno que regula el ciclo de sueño. Se repite aprox. cada 24 horas. Nuestros cuerpos descansan mejor con un patrón predecible.

Poner atención a tu propio reloj biológico te ayudará a saber cuándo hay que dormir y tendrás muchos beneficios por hacerle caso.

Pasar tiempo en la cama prepara tu cuerpo para dormir: falso

Que tu recámara sea exclusivamente para dormir es lo más recomendado. No comas, ni trabajes, ni discutas y no te estreses en la cama.

Adicionalmente, apaga todas las pantallas entre una o dos horas antes de dormir. La tecnología o hasta una discusión pueden estimular tu cerebro y hacer que sea más difícil dormir y permanecer dormida.

No importa la posición en la que duermas: falso

Hay muchas razones por las que tenemos que estar conscientes de la posición en la que dormimos. Esto puede afectar la calidad de tu sueño.

Si roncas o tienes otros problemas respiratorios mientras duermes, por ejemplo, vas a dormir mucho peor sobre tu espalda que si te durmieras de lado o boca abajo.

También puede afectar el bienestar de tu espalda y cuello. Y como esto varía de persona a persona, considera las necesidades de tu cuerpo cuando duermes.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.