Existen salsas y condimentos que puedes echarle a la comida sin que nadie se de cuenta, pero la salsa de pescado no es una de esas. Esta salsa salada tiene un sabor muy umami que lo caracteriza y puede elevar el sabor de tu comida a otro nivel.

Es probable que lo hayas probado antes, es muy importante para la cocina del sureste de Asia, particularmente en Tailandia, Vietnam y las Filipinas. De hecho, es lo que se usa principalmente para salar la comida tailandesa.

Cómo se hace

El método exacto varía de empresa a empresa que embotella y vende la salsa de pescado, pero en general se hace con pescado, camarón o cangrejo en un balde lleno de sal de mar.

En este balde, la comida pasa por un proceso donde se descompone y fermenta. El tiempo varía, pero una buena salsa puede tomar un año más o menos. Ya terminada esta parte del proceso, se convierte en un líquido.

Luego se prensa de manera similar al aceite de oliva extra virgen y queda espeso y lleno de sabor. Después de eso se le puede agregar agua y más sal.

Nutrición

Todas las salsas de diferentes marcas varían, pero en promedio una cucharada de proporcionará con:

  • Calorías: 15
  • Grasa: 0 g
  • Sodio: 1,490 mg
  • Carbohidratos: 0 g
  • Fibra: 0 g
  • Azúcar: o g
  • Proteína: 4 g

Cómo usarla en la cocina

Es bueno tenerlo siempre en la alacena ya que se puede usar en una cantidad sorprendente de platillos y alimentos. Siempre que algo que estés cocinando sientes que “le falta algo,” prueba un poco de salsa de pescado.

Si nunca has usado la salsa de pescado, pruébala en recetas que la piden específicamente. Le agarrarás más la onda y luego podrás experimentar un poco. Funciona particularmente bien con alimentos que por su cuenta ya tienen mucho sabor, así puedes mejorar el sabor sin abrumarlo.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.