¿Qué haces con toda la comida que se te está a punto de echar a perder? Pues te sugerimos que la seques en frío o que la deshidrates.
¿Pero cuál es la diferencia entre estos dos métodos? Pues aquí te explicaremos brevemente esto junto con los pros y contras de cada uno.
Una de las mayores desventajas de estos dos métodos de conservación es que son excelentes para el almacenamiento de alimentos sin que se echen a perder.
¿Cuál es la diferencia entre secar en frío y deshidratar la comida?
La principal diferencia entre estos dos métodos es que secar en frío suele hacer que el alimento dure más tiempo que si lo deshidrataras.
Esto es porque al secar en frío eliminas alrededor del 98% del agua en los alimentos. Esto se hace con un congelador grande que cubre los alimentos en cristales de hielo. Luego es sellado al vacío lentamente, evaporando el agua existente para mayor frescura.
Sin embargo, deshidratando alimentos elimina sólo 80% del agua y no suele involucrar tecnología de sellado al vacío.
La deshidratación suele llevarse a cabo con el sol o vía secado al aire, pero también existen muchas máquinas y hornos que logran esto haciendo circular aire en altas temperaturas para sacar la humedad del alimento.
Ambos métodos alteran el sabor natural de la comida ligeramente, pero el secado en frío suele conservar mejor el sabor y olor de los alimentos.
¿Cuáles son los beneficios de secar en frío?
Hay muchos beneficios al secar en frío tu alimento. Lo vuelve más ligero, o sea que es ideal para cuando sales a acampar o de senderismo.
También es bueno el enfriado en seco para conservar los nutrientes y los minerales en los alimentos.
Deshidratando la comida, por otro lado, pierdes la mitad de los nutrientes durante el proceso. También puedes secar en frío casi cualquier alimento, cosas como los lácteos, huevos, granos, etc. Mientras tanto, la deshidratación tiene menos opciones.
¿Cuáles son los beneficios de deshidratar la comida?
Quizá no sea tan buen método como el secado en frío, pero aún así es bueno para la conservación de los alimentos. Por algo se ha practicado por miles de años.
Si te gustan las frutas secas o las carnes frías, es muy probable que estos alimentos hayan pasado por un proceso de deshidratación.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.