Las reformas mexicanas comienzan a sentirse – aunque no de manera que los consumidores quieren.

Alimentado por un impuesto al refresco, una elevación en VAT en áreas fronterizas y una reducción de subsidios de combustible, la inflación en México ha llegado a un punto alto de ocho meses.

La inflación anual llegó a 4.63% en la primera mitad de enero, arriba del limite de 4% del banco central.

El incremento en unos impuestos que fueron aprobados a finales del año pasado tuvieron un impacto general en precios a lo largo de la economía. De hecho, el impacto de la elevación de la tasa de impuestos reglamentario en la inflación parece haber sido más profundo y amplio de lo que se había anticipado. De no haber sido por la grande declinación en precios de comida perecedera la inflación hubiera excedido 0.80% durante la primera mitad de enero.

Los precios de refrescos subieron 11.4%, agregando 12 puntos base a la inflación, y el petroleo subió un 1.7%, agregando 8 puntos base.

La elevación de la inflación también es debido a el hecho de que los precios de frutas y verduras subieron un 12.4% cada año y los precios de combustible suben 10.3%.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.