Existen diferentes métodos que usan los psiquiatras para tratar la ansiedad y otros trastornos mentales y cómo determinar si el tratamiento está funcionando o si tu condición es “resistente al tratamiento.”

Que tu condición sea “resistente al tratamiento,” significa que no ha respondido adecuadamente a dos diferentes tipos de medicamento. En el caso de la ansiedad, se considera que es resistente si el tratamiento falló con dos rondas de medicamentos y un tratamiento de terapia de comportamiento cognitivo (TCC).

Mientras que es más común para recetarle medicamentos a un paciente, como prozac o lexapro, por un doctor de cuidados primarios como manera de ahorrar tiempo y dinero, la TCC es el tratamiento más efectivo para la ansiedad en la mayoría de los casos.

La TCC ataca tu ansiedad desde tres ángulos. Una es tu respuesta física a la ansiedad, como sentir el presión en el pecho o náuseas. Aprendes ejercicios para reducir esos síntomas, como con respiración profunda desde el diafragma o relajar los músculos progresivamente.

Otro componente es corrigiendo pensamientos incorrectos que mantienen tu ansiedad, con cosas como quitarle la catástrofe a tus expectativas o retando suposiciones erróneas.

El tercer componente es cambiar las cosas que haces para lidiar con tu ansiedad, como evitar las cosas. La terapia de exposición te enseña cómo permitirte enfrentar al objeto o situación que temes para manejar tu ansiedad.

La eficacia de la TCC depende tanto de las habilidades del terapeuta y la habilidad del paciente de poner en práctica las herramientas aprendidas.

No existe la situación donde tu caso es tan difícil que no se te puede ayudar.

Cuando se trata de medicamentos, es importante estar pendiente de los síntomas que estás atacando para poder medir si el tratamiento está funcionando o no. En el caso de que no, vale la pena aumentar la dosis (dentro de los parámetros correctos).

Aunque vale notar también que a veces el tratamiento puede fallar debido a que el paciente deje de tomar el medicamento por efectos secundarios.

Si has tomado seis medicamentos diferentes y todos te causaron problemas al grado de que tenías que descontinuarlos, no significa que eres resistente al tratamiento. A esto se le conoce como intolerancia al medicamento, cuando no puedes aprovechar los beneficios de un medicamento porque los efectos secundarios se ponen en el camino.

En el mejor de los casos, puedes usar el medicamento para disminuir la severidad de tus síntomas para que te afecten menos en tu vida cotidiana y luego puedes usar técnicas de TCC para manejar los síntomas restantes.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.