Quedarse dormido cuando uno está sentado en el sofá, viendo televisión o leyendo un libro en general no tiene peligro alguno.

Pero cuando eso ocurre en la calle, la historia es otra.

Una gran cantidad de accidentes viales en todo el mundo son causados por las llamadas microsiestas, que constituyen un verdadero peligro especialmente para los conductores.

Las microsiestas son episodios de sueño poco profundo que duran entre cinco y diez segundos.

El cerebro se adormece involuntariamente y esto es más probable en situaciones de monotonía. Las personas se despiertan de repente, con frecuencia de un tirón.

“Tus párpados comienzan a caerse y comienzas a perder contacto con la realidad”, dice el profesor Jim Horne, director del Centro para la Investigación del Sueño de la Universidad de Loughborough, en Reino Unido.

El profesor Horne hizo un seguimiento de más de diez años de un grupo de conductores británicos y determinó que, entre ellos, casi la mitad de los hombres y el 22% de las mujeres admitieron haberse quedado dormidos al volante por breves instantes.

“Te duermes por unos cuantos segundos y te despiertas de una sacudida”.

Estos despertares abruptos son lo que les recuerdan a las personas que se durmieron, ya que el cerebro no registra estas siestas tan breves.

“El sueño tiene que durar por más de un minuto o dos para que tu cerebro lo recuerde”, explica el científico.

El problema de la fatiga

Las microsiestas son causadas por fatiga.

“Uno no siente sueño de repente. No puede ser que en este momento estés alerta y en el siguiente caigas dormido. Siempre hay formas de saber cuán adormecido se está” – Jim Horne, Universidad de Loughborough

Si no se hace nada frente a estos episodios, comienzan a ser más frecuentes hasta que la persona cae en un sueño prolongado.

Si se produce un sacudón de cabeza al despertar en medio de una circunstancia inusual, como cuando uno conduce o participa en una reunión de trabajo, ello puede en ocasiones prevenir futuros episodios, ya que cuando la persona siente la conmoción o toma conciencia de la situación todo su cuerpo experimenta la liberación de adrenalina.

Los conductores son particularmente susceptibles a este problema, ya que manejar puede ser una actividad bastante monótona.

El riesgo es mayor en las tardes, cuando el cuerpo experimenta un bajón de energía, y durante la noche, cuando por lo general la personas duermen.

Los conductores jóvenes también enfrentan más riesgos porque necesitan descansar más y sufren más la pérdida de sueño.

Según el profesor Horne, en Reino Unido se estima que un 20% de los accidentes en las principales autopistas están relacionados con el sueño.

“Uno no siente sueño de repente. No puede ser que en este momento estés alerta y en el siguiente caigas dormido. Siempre hay formas de saber cuán adormecido se está”.

Horne les aconseja a los conductores detener la marcha, estacionar y tomar una bebida que contenga al menos 150 miligramos de cafeína.

Según dice, la cafeína tiene efecto en unos 20 minutos, así que lo mejor es echarse una siesta de unos 15 minutos, tomarse cinco minutos más para despertarse bien y luego continuar el viaje.

(BBC)