Lentes resbalosos
Hay pocas cosas que son tan molestas y persistentes como cuando se te caen constantemente los lentes por el sudor en tu nariz. En lugar de estarlos acomodando todo el tiempo, hay una mejor solución: puedes ajustar el marco para quedar ligeramente más apretados para que esto deje de suceder. También es buena opción usar lentes con almohadillas de silicón ya que eso se aferra bien a tu nariz y no se resbala.
Manchas de desodorante
No importa con cuánto cuidado te vistes, es casi imposible evitar que se te hagan unas manchas con el desodorante en la camisa. Si usas ropa oscura en el verano, no necesariamente se notarán las manchas del sudor, pero se nota mucho más el desodorante ahí. Si te pones el desodorante en la noche le das tiempo de entrar a la piel y se mantiene más tiempo en tus axilas.
Acné corporal
Si notas que te salen más granos con el calor, no es tu imaginación. Con el calor, tu cuerpo produce más aceites que pueden quedar atrapados en los poros, causando granos. Para combatir esto deberías usar productos de limpieza que ayudan a controlar el aceite corporal.
Pelo alborotado
Aunque hayas pasado todo el año preparando tu cuerpo para estos días de playa, no hay mucho que puedes hacer para entrenar tu pelo para lidiar con el calor y la humedad. La humedad que viene con el calor cambiará la textura de tu cabello y causa frizz. Busca productos como cremas para el cabello, mientras más ligero mejor. Productos a base de agua o aceite son los mejores.
Talones secos y quebradizos
Pasar el verano en chanclas significa que todos siempre podrán ver tus pies, así que mantenlos estéticos con exfoliantes para remover toda la piel seca y muerta. Basta con que uses azúcar y un poco de aceite de oliva y tallas la piel para remover esas capas innecesarias.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.