Durante meses diplomáticos de Naciones Unidas, Estados Unidos y Rusia han estado tratando de persuadir al gobierno de Bashar al Asad y las distintas facciones de la oposición en Siria, para que participen en la conferencia internacional de paz, la llamada Ginebra II.

Pero ahora que la mesa de negociaciones está lista y los participantes se sentarán a conversar el 22 de enero, ¿se podrá lograr algo para poner fin al sangriento conflicto de tres años en Siria?

¿Cómo se logró acercar a las partes en guerra?

Los preparativos de las conversaciones comenzaron en mayo de 2013 cuando el secretario de Estados de Estados Unidos, John Kerry, y su contraparte ruso, Sergei Lavrov, acordaron reunir a ambos bandos.

Kerry dijo entonces que esa era la única alternativa porque Siria “estaba dirigiéndose hacia un abismo y hacia el caos”.

Pero los esfuerzos iniciales para acercar a las partes fracasaron.

Las cosas cambiaron después de un ataque con armas químicas cerca de Damasco en agosto de 2013 donde murieron cientos de personas.

En septiembre, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución para destruir el arsenal químico de Siria y también para “convocar, lo más pronto posible, a una conferencia internacional sobre Siria para implementar el llamado Comunicado de Ginebra.

La resolución también establecía que “todas las partes en Siria se comprometan seria y constructivamente” a “lograr la estabilidad y la reconciliación”.

¿Qué es el Comunicado de Ginebra?

Combates en SiriaLa guerra ha causado más de 100.000 muertos y 9,5 millones de desplazados.

Es un acuerdo para establecer un gobierno de transición que fue firmado en una reunión de la ONU en junio de 2012.

El documento establece que cualquier acuerdo político debe incluir “una transición que ofreza la posibilidad de que el futuro pueda ser compartido por todos en Siria, pueda ser implementado en un ambiente de seguridad y sea fiable”.

Asimismo indica que para lograr esa transición se debe establecer “un organismo de gobierno con amplios poderes ejecutivos que incluya a miembros del gobierno y de la oposición”.

También debe garantizar “la participación de todos los grupos y segmentos de la sociedad siria en un proceso de diálogo nacional significativo”, la revisión del orden constitucional y el sistema legal y elecciones libres y justas para establecer nuevas instituciones y organismos”.

¿Asisitá a la conferencia el gobierno de Bashar al Asad?

Simpatizante de Bashar al AsadBashar al Asad reiteró que no renunciará.

El gobierno sirio anunció el 27 de noviembre que participaría en las conversaciones pero que su delegación oficial “no entregaría el poder a nadie”.

En una declaración la cancillería indicó que los representantes del presidente al Asad estarán presentes para “perseguir las demandas del pueblo sirio, en primer lugar la eliminación de los terrositas”, que es el término que utiliza el gobierno para referirse a quienes se oponen al presidente al Asad.

El domingo, tres días antes del inicio de Ginebra II, Bashar al Asad reiteró que no tiene ninguna intención de entregar el poder y que el asunto no será tema de discusión en las conversaciones de paz.

“Si hubiéramos querido renunciar lo hubiéramos hecho desde un principio” dijo al Asad a la agencia rusa Interfax en Damasco.

Anteriormente el presidente ha insistido en que cualquier acuerdo que se logre deberá ser aprobado por referendo. Pero no es claro cómo se podrá llevar a cabo.

¿Quién representará a la oposición en las conversaciones?

“No esperen nada de Ginebra II. Ni en Ginebra II, ni Ginebra III o Ginebra X resolverán la crisis siria. La solución ya comenzó y continuará siendo el triunfo militar del Estado” – Ali Haidar, ministro de Reconciliación Nacional sirio

La Coalición Nacional Siria, el principal grupo de oposición en el extranjero, anunció el sábado que asistirá a las conversaciones. Pero la agrupación está sumida en profundas divisiones y desacuerdos.

Un bloque clave del grupo, el Consejo Nacional Sirio, amenzó con retirarse de la Coalición si ésta participa en las conversaciones. Y el Comité de Coordinación Nacional también ha rechazado negociar con el gobierno y declaró que no reconoce la autoridad de la Coalición Nacional.

El movimiento de oposición que lucha en el terreno, el Ejército Libre de Siria, dijo en noviembre que sus aliados no irán a Ginebra porque no se ha dejado en claro si las negociaciones conducirán a la renuncia del presidente al Asad.

Y el Frente Islámico, una poderosa alianza de grupos rebeldes islamistas, advirtió que considera que la participación en las conversaciones es “una traición”.

De cualquier forma la principal demanda de los que sí asisitirán, la Coalición Nacional Siria, es la renuncia del presidente Asad.

¿Podrán tener éxito estas conversaciones?

Rebeldes siriosLas fuerzas de oposición en el terreno rechazaron las conversaciones.

Después de tres años de sangrientos combates, más de 100.000 muertos y 9,5 millones de desplazados, Estados Unidos dijo que la conferencia es “la mejor oportunidad para que la oposición logre los objetivos del pueblo sirio y de la revolución”.

Pero tal como señalan los corresponsales, con posiciones y objetivos tan irreconciliables del gobierno y la oposición: al Asad reitera que no renunciará, la oposición insiste en que al Asad no debe participar en la transición, es difícil saber cómo se podrá lograr un progreso tangible en la reunión.

Poco antes de que las conversaciones se incien, el ministro de Reconciliación Nacional de Siria, Ali Haidar, declaró: “No esperen nada de Ginebra II. Ni Ginebra II, ni Ginebra III o Ginebra X resolverán la crisis siria. La solución ya comenzó y continuará siendo el triunfo militar del Estado”.

E incluso si se lograra algún tipo de acuerdo político en Ginebra II, muchos se preguntan cómo se implementará ese acuerdo en el terreno, cuando estas conversaciones son irrelevantes para las fuerzas que están allí combatiendo.

(BBC)