Todos hemos tenido unos muy malos dates en nuestras vidas, es inevitable que pase si estás buscando a una pareja romántica. ¿Pero qué si tú eres la mala date? ¿Se te ha ocurrido?
Si sientes que todas las citas que tienes son un desastre total, fíjate si no ves estas señales que podrían indicar que el problema eres tú, no ellos.
Nunca guardas el celular
Esto es simplemente tener malos modales. Sabemos que todos pasamos el día entero en nuestros teléfonos y hoy en día se considera “normal,” pero no por eso está bien.
Vas a pasar unas horas como mínimo con esta persona, es posible que dejes tu celular en paz por este rato para brindarle toda tu atención.
Si para ti es más importante responder tus mensajes o revisar tus redes, perdóname, pero aquí la que está mal eres tú.
Criticas cada cosa que te dice
Esta debería ser una señal obvia, pero sorprendentemente no lo es para muchas personas.
Cuando conoces a alguien por primera vez deberías de querer escucharlos sin prejuicios o nociones preconcebidas. Pero si empiezas una cita criticando su trabajo, apariencia, hobbies o cualquier cosa, algo anda mal contigo.
No dejas de hablar de tu ex
Sentirás que hay que hablar de estas cosas en una relación nueva, pero no literalmente al principio. Esto sólo deja claro que no has superado a tu ex y sólo incomodarás a tu date.
Te rehusas a hablar sinceramente de ti
Tampoco se trata de que le cuentes todos tus secretos a alguien que acabas de conocer, pero sí deberías estar dispuesta a abrirte un poco y ser sincera para que te puedan conocer un poco.
De lo contrario, ¿cómo sabrás si hay química entre ustedes si no estás dispuesta a ser un poco vulnerable?
Te quejas de todo
Esta es la señal más grande de una mala cita. ¿Quién quiere cenar con alguien que no tiene más que quejas sobre todo lo que pasa? El mesero se tarda mucho, la comida es demasiado salada, las bebidas no tienen suficiente alcohol, etc.
Tampoco tienes que aguantarte en silencio si las cosas están saliendo todo mal, pero trata de no quejarte mucho.
Das por hecho que van a pagar la cuenta
Claro, te invitaron a ti a salir, así que asumes que también ofrecen pagarte todo. Pero si das por hecho este simple detalle nada más es un mal hábito que sería bueno que dejaras.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.