Las amistades pueden tener sus dificultades, incluso cuando han pasado varios años desde que terminaste la prepa. Pero si el drama te sigue encontrando en donde sea que vayas, quizá sea momento de preguntarte si quizá estés siendo una amiga tóxica tú.
Aquí hay algunas señales de que quizá no seas la amiga perfecta que te crees.
Pasas todo el tiempo hablando sólo de tu vida
Todos necesitamos una oportunidad para desahogarnos de cualquier cosa que nos pueda molestar. Sin embargo, si notas que tus amistades nunca tienen chance de hablar de lo suyo, podría ser que te rehusas a escucharlos.
Si eres de esas que le cuesta trabajo dejar de hablar de si misma, date un respiro y aprende a preguntarles a tus amigos cómo han estado. Luego no interrumpas y deja que terminen.
No puedes guardar un secreto
Cuando tus amigos te piden que guardes un secreto, ¿se lo cuentas a la primera persona que puedas? La verdad es que está mal contarle a los demás los secretos de uno, no importa si le estás contando a tu mejor amiga.
El chisme es una de las cosas más tóxicas en las que puedes participar. Simplemente no seas parte de eso y aprende que las cosas entre tú y una persona no deberían de salir de ahí.
Te vuelves posesiva con tus amistades cuando ven a otras personas
Puede ser fácil volverte posesiva con tus amigos. Claro, sientes que te pueden reemplazar, sin embargo, en realidad eso no va a pasar porque tus amigos salgan con otras personas.
Cuando empiezas a sentir esos celos o posesividad, recuerda portarte bien. Sólo pueden pasar dos cosas en esta situación: o haces nuevos amigos a través de los tuyos o terminas alejando a tus amistades.
Siempre temes que te dejen tus amistades
Obvio nadie quiere perder a sus amigos, pero si esto es algo que te preocupa constantemente, podría ser señal de comportamientos tóxicos de tu parte.
Cuando sientas la inseguridad de que tus amigos se están alejando de tu y reacciones portándote defensiva, celosa o territorial, sólo los alejarás más. Recuerda que las amistades van y vienen y si alguien no quiere ser tu amigo, probablemente no estaba destinado para ser.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.