Si estás embarazada seguramente te encuentras en medio de un bombardeo de información sobre tu condición la cual constantemente puede ser confusa.

Es por lo anterior, que inclusive tomar té o beber una inofensiva agüita de hierba despierta una serie de interrogantes en las futuras madres, ya que hasta una aparente planta inofensiva puede resultar letal al llegar al sistema del pequeño en gestación.

Por lo mismo, en el siguiente listado recogido del libro Esperando a mi bebé: Una guía del embarazo para la mujer latina de la periodista Lourdes Alcañiz, enumeramos aquellas hierbas que se deben evitar durante el período de gestación, extendiéndose, en algunos casos, hasta la lactancia.

La mayoría de ellas están excluidas de la dieta por sus consecuencias: alteraciones en los niveles de presión, náuseas, desmayos y efectos abortivos, porque si bien sólo su consumo excesivo o rutinario podrían provocar riesgo de aborto durante el embarazo, siempre es recomendable evitar completamente su consumo.

1. Ruda

No es casualidad que lidere el listado, pues esta hierba de fuerte aroma además de oscuras y pequeñas hojas, es un gran estimulante del flujo menstrual además de alivianar los cólicos producidos por el mismo. El peligro para la mujer embarazada se presenta cuando ésta la ingiere en modo de infusión o directa.

Su consumo en exceso puede producir úlceras estomacales o intestinales; además de vómitos, diarrea y colapso cardiocirculatorio.

Martín Vicente (CC)

2. Menta (Póleo)

La conocida planta de fresco olor tampoco es de las recomendadas a ingerir en el embarazo. A pesar que esta hierba contribuye a combatir los desórdenes digestivos, entre sus efectos negativos, no se recomienda consumirla durante el período de lactancia, puesto que puede reducir el flujo de leche. Incluso el consumo de la planta podría causar graves anormalidades en el feto.

3. Eucalipto

Este árbol perenne de ágil crecimiento es conocido por su efecto analgésico. Además, como infusión, se utiliza en rol sedante y para disminuir la temperatura de la fiebre.

De la misma manera, beber el líquido para una mujer encinta no es recomendable. Esto, en consecuencia que la hierba es utilizada para provocar el sangrado menstrual; lo que en exceso, podría concluir en efectos abortivos.

4. Boldo

América Latina es el hogar de este árbol de mediano tamaño. Al igual que sus pares, éste se consume en manera de infusión y contribuye a combatir molestias gastrointestinales y digestiones difíciles de tipo crónico. Es además un laxante suave, protector hepático y sedante nervioso.

Lamentablemente, la hierba aromática no debe ser ingerida por mujeres embarazadas porque el boldo favorece la evacuación del vientre, situación que podría provocar contracciones prematuras o efectos secundarios en el bebé.

5. Pirul

Se trata de una hierba utilizada por la medicina tradicional. Sus hojas hervidas se usan para dar baños externos que reducirían las inflamaciones, además de atribuirle propiedades tónicas y cicatrizantes.

Esta planta se usaba cómo anticonceptivo diario. Lo anterior, puesto que se presume que altera los estrógenos e inhibe la ovulación. Inclusive, antiguamente, las mujeres la consumían hasta que decidieran ser madres. Además, la planta es usada para forzar el flujo menstrual.

Bambo (CC)

6. Sábila

En su interior contiene un líquido muy utilizado en la cosmetología, empleado por sus propiedades regeneradoras y cicatrizantes. Su gel se ingiere para contrarrestar el estreñimiento y úlseras digestivas.

Sin embargo, no es aconsejable su empleo oral durante el embarazo y la lactancia, ni si quiera cuando existan dolores abdominales, nauseas y vómitos. Esto, en consecuencia que la planta facilita la evacuación del vientre.

7. Diente de león

Además de ser ingerida como ensalada, esta pequeña planta se bebe como té. Las hojas tiernas y la raíz contienen insulina y levulosa, glúcidos que favorecen las funciones del hígado que a su vez afecta sobre el útero.

Pero la mayor parte de sus propiedades medicinales se deben a los principios amargos que contiene, los cuales actúan estimulando todos los procesos digestivos, incluyendo entre sus efectos la estimulación de contracciones uterinas.

8. Ajenjo

La actividad terapéutica de esta planta reside principalmente en su aceite esencial, el que posee acción colerética, antihelmíntica, antibacteriana, además de emenagogo, vermífugo y favorecedor de las funciones digestivas.

En medicina popular se emplea la infusión de las hojas en malestares estomacales y hepáticos, para eliminar parásitos intestinales. Además regula e infiere el ciclo menstrual, lo que se traduce en la estimulación del flujo sanguíneo en el área de la pelvis y el útero, y en algunos casos, fomenta la menstruación.

Con información de BBCH