Si eres un ser humano, es muy probable que disfrutas del sexo al igual que tu pareja, pero garantiza que cada que te metas en la cama con alguien van a llegar los dos al orgasmo. Por suerte, esto no tiene que ser un problema, aquí puede que encuentres la solución al que tú o tu pareja no parecen llegar seguido a la meta:
Si a ella le cuesta trabajo llegar al final
Un bloqueo de cuerpo o mental pueden ponerle un alto a tus orgasmos. Físicamente, a muchas mujeres les cuesta trabajo llegar al orgasmo únicamente con sexo (pura estimulación vaginal), necesitan un poco más (estimulación clitoral). Mentalmente, el problema es mucho peor. Tienes que estar enfocada suficiente en lo que estás haciendo, pero no al grado de que estas hasta calculando en qué segundo vas a terminar.
Lo mejor es que vayan más despacio, pon atención a cómo te besa el cuello o cómo te acaricia el muslo en lugar de cuánto tiempo más antes de que termines. Nuestra cultura está demasiado enfocada en los resultados, pero el sexo se trata de recibir y dar placer. Si eres de aquellas que necesita un poco de atención al clítoris para terminar, enséñale a tu chico qué y cómo te gusta.
Si a él le cuesta trabajo terminar
Contrario a la creencia popular, no todos los hombres pueden tener un orgasmo cuando quieran. La capacidad del orgasmo de un hombre cambia a lo largo del tiempo, especialmente en relaciones de largo plazo. La novedad del sexo es clave para la excitación para muchos hombres, así que si el sexo se vuelve rutina, puede ser más difícil para él llegar al orgasmo.
Juntense algunos días a la semana para explorar qué excita a cada quien juntos, ya sea leyendo sobre erotica, probando nuevas posiciones o viendo pornografía. Incluso si no tienen sexo durante estas sesiones, introducir estas sensaciones puede ayudar a tu chico a conseguir el orgasmo. Si aún no lo consigue, sería prudente que vaya con el doctor para descartar algún problema fisiológico.