pintar

1.  Ese molesto pegamento que se rehusa a quitarse de tu pared

Pasaste horas pelando todo el papel tapiz de tu pared pero aún quedan esos pequeñitos espacios a los que no les puedes quitar el pegamento por nada en el mundo y no te permite empezar con la pintada. Haz una mezcla de agua caliente con vinagre (80/20) y aplícalo en la pared con una esponja húmeda en círculos. Deja la solución remojando por 15 minutos y luego podrás quitar esos restos de pegamento con mucha facilidad.

2. Paredes texturizadas que hacen que pintar sea una pesadilla

Después de llenar los huecos más grandes con la brocha, lija ligeramente las texturas disparejas.

3. La pintura se pasó de la raya aunque hayas puesto cinta para prevenirlo

Esto es casi inevitable cuando pintas tu casa. La cinta no esta para impedir esto en su totalidad, sino que es más bien una medida para reducir la limpieza cuando termines. Para quitar estas pequeñas manchas, mete una brocha pequeña o un pañito en tiner, procurando que apenas lo mojes, luego lo presionas en la mancha no deseada por unos segundos y tallalo. Deja que se seque y repite como sea necesario.

4. Pintura chorreada que de algún modo llegó a tu tapete

Primero debes quitar la pintura excesiva en el tapete de manera que no lo embarras. Echa vinagre destilada en un paño limpio y dale a la mancha sin tallarla hasta que notes que se levanta de la tela. Continua así hasta que hayas quitado toda la pintura y luego lava el área con agua caliente y jabón.

5. El polvo que no parece dejar de aparecer después de renovar la pared

No importa cuántas veces barriste y aspiraste, sigue apareciendo este polvo. Después de barrer toda la zona, rocía agua alrededor hasta para fijar el polvo. Luego usa una jerga húmeda para limpiarlo todo de las paredes, los pisos y cualquier superficie en el mismo cuarto.

6. Rayones en tus muebles y tus pisos por mover todo

No te preocupes, este daño es reparable. Para maderas claras, haz infusionar un té negro hasta que el agua adquiera el color deseado, con una bola de algodón moja el piso con el té donde estén los rayones y limpia el exceso. Para maderas más oscuras, mezcla café instantáneo con agua hasta hacer una pasta espesa y haz lo mismo que con el té.

7. La pintura que no se quita de tu lavabo después de lavar las brochas

Aún después de enjuagar repetidas veces, todavía puedes ver unas manchas de pintura ahí. Si ya varias lavadas no funcionaron, el tiner debería ayudar. Procura enjuagarlo después.

8. Burbujas y otras imperfecciones en tu pintura

Normalmente son causados por polvo que había en la pared antes de que comenzarás. La mejor manera de solucionar esto es rasparlo hasta que se quite, lija y vuelve a pintar la zona.

9. El color de la última pintada aún se ve en ciertas esquinas, alrededor de las chapas, los enchufes, etc.

Estas pequeñas manchitas de la pintada anterior chocan con la nueva imagen del cuarto. En lugar de reemplazar todas estas piezas, dejálas remojando en una mezcla de bicarbonato y agua para quitar la pintura vieja y hacer que brillen como nuevos.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.