Quizá alguna vez te has puesto a pensar en qué tan seguro son los tampones cuando piensas en lo que podría pasar si te los dejas todo el día. Claro, puede causarte algo llamado síndrome de shock tóxico, que en cambio puede causar inflamación o hasta incluso falla de órganos.

Los tampones también pueden exponerte a infecciones bacterianas si se te olvida que te dejaste uno ahí dentro. Sin embargo, son relativamente seguros y sólo causan estos problemas si no son usados correctamente como se instruye.

También quizá hayas oído que los ingredientes y materiales en los tampones pueden ser dañinos para la salud, pero en realidad no hay tanto de qué preocuparse. Los productos suelen estar hechos de algodón, rayón o una combinación de ambos, notando que el rayón está hecho de fibras celulosas derivadas de pulpa de madera. En este proceso, la pulpa de madera es deslavada con cloro, lo cual se ha atribuido en el pasado a contener rastros de dioxinas, compuestos químicos que pueden causar problemas reproductivos o de desarrollo, pero este método ya no se utiliza.

El rayón actualmente se produce utilizando procesos totalmente libres de cloro y usa peróxido de hidrógeno. No hay toxinas ni químicos, sólo mantente alejada de los tampones aromatizadas que pueden causar irritación en tus genitales.

Si te interesan las alternativas a los tampones, los expertos recomiendan que lo hagas, sólo que no lo hagas por miedo de que los tampones sean dañinos. Si alguien quiere usar un vaso menstrual porque es bueno por el ambiente, está bien, pero no significa que sea más saludable. No existe ninguna desventaja de usar tampones regulares.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.