En nutrición, como en todos los ámbitos, hay modas. Y hoy en día la stevia parece ser la reina de la pasarela. Si bien tiene una larga historia de uso alrededor del mundo (sobre todo en Paraguay, de donde es originaria), se destaca por ser el endulzante más novedoso del mercado.

Se trata de un arbusto de la familia de los crisantemos. Mediante un proceso, extraen de sus hojas los glucósidos de esteviol, que son entre 200 y 300 veces más dulces que el azúcar de mesa y son 100% libres de calorías. Le da sabor a muchos productos: desde tés, bebidas, jugos, yogures y leche de soja hasta alimentos horneados, cereales, aderezos para ensaladas y golosinas.

Más usos, más opiniones

Un experto que analiza sus beneficios es el doctor Alberto Cormillot, famoso médico y educador para la salud. En su sitio Web señala: “la stevia, llamada también yerba dulce, no aporta calorías. Como deriva de una hierba, es totalmente natural. Es muy estable a altas temperaturas y no es absorbida por el intestino”.

También es presentada como una opción ideal para las personas con diabetes. Así lo destaca Susana Zurschmitten, especialista en nutrición naturista y fitoterapia, en su libro La dieta inteligente. “Este endulzante ejerce un efecto diurético, disminuye la glucemia o azúcar en sangre, baja la presión arterial y es vasodilatador”, enumera.

Sin embargo, y como sucede con todos los productos o alimentos, un viaje por la Web nos lleva a varias controversias y a posibles efectos colaterales. Por ejemplo, el sitio Ehow en español publica: “para la forma general de stevia, la Universidad de Nueva York reporta que las dosis muy altas pueden elevar la presión sanguínea. También hay algunos estudios realizados en animales que muestran efectos de infertilidad, pero esto es raro en dosis normales”.

Para evitar complicaciones, hay un punto fundamental a tener en cuenta: “sólo se han aceptado internacionalmente las preparaciones purificadas de glicósidos de steviol”, alerta Fernando Cardini, doctor en ciencias químicas y director académico de la Maestría en Gestión de la Seguridad Alimentaria de la Universidad ISALUD. “Por lo tanto, la seguridad que respalda el uso de stevia es aplicable solo a las formas purificadas”, concluye.

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