Una noche, el coche de un hombre se sale de la carretera. Como dice la sinopsis de “Iizuna Fair”, “En medio de la noche frenética, un hombre se encuentra perdido en la grieta del tiempo”. Escenas oníricas se desarrollan en el conmovedor cortometraje de Sumito Sakakibara, mientras la cámara se desplaza por los recuerdos enterrados, las inhibiciones y las promesas incumplidas del protagonista anónimo, al darse cuenta de que “él era el fantasma”.

En cuadros pintados a mano que se fusionan gradualmente de una escena a la siguiente, Sakakibara explora las sutilezas de la nostalgia, la experiencia humana, el arrepentimiento, el dolor y lo que significa estar verdaderamente vivo. Escenas aparentemente no relacionadas se desarrollan simultáneamente, sumergiéndose en diferentes períodos de tiempo y eventos, que tienen como centro una feria que ha llegado al pueblo de Iizuna. Si observas desde el principio hasta el final, verás cómo Sakakibara compuso la película en un bucle infinito.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.