Quizá conozcas el cliché de cuando una mujer no quiere tener sexo, dice tener dolor de cabeza. Pero eso no es lo que vamos a discutir aquí, sino al revés, el dolor de cabeza que viene después del sexo. Los dolores de cabeza inducidos por el orgasmo en realidad son más comunes de lo que crees.

Es posible sentir un dolor de cabeza causado por excitación sexual u orgasmos, a estos se les llama dolor de cabeza sexual primario. Aunque los expertos no entienden exactamente por qué estos dolores de cabeza surgen, caen en la categoría de dolor de cabeza causado por esfuerzo, que también son causados por el ejercicio.

Una teoría es que el dolor de cabeza puede ser causado por adrenalina que recorre todo el cuerpo durante una actividad intensa. El disparo de adrenalina ocurre durante la fase de excitación y luego durante el orgasmo, causando el dolor de cabeza.

Otra teoría es cuando alguien tose, tiene un orgasmo o hace cualquier tensión en general, aumenta la presión en la cabeza, lo cual puede contribuir a este tipo de dolor.

Sin embargo, estos dolores normalmente son un dolor constante en la cabeza o el cuello o un dolor palpitante repentino y severo que empieza justo después de conseguir el orgasmo. Aunque esto pueda arruinar totalmente tu mood, el dolor de cabeza se disipa después de unos minutos.

Otro detalle es que esta clase de dolor de cabeza es más común en hombres que mujeres. También es más probable que sientas estos dolores si sufres de migrañas con frecuencia.

Deberías de acudir a tu doctor después de que esto te suceda por primera vez si nunca te había pasado antes, sólo para descartar que sea algo serio. El tratamiento para estos dolores de cabeza si son frecuentes suele ser tener actividades sexuales menos intensas, medicamentos antiinflamatorios y bloqueadores beta una hora antes de tener sexo.

Si de repente tienes un dolor de cabeza severo después de tener sexo, ve con el doctor, esto puede ser más importante si el dolor viene acompañado de dificultades para hablar, ver o mover las piernas o los brazos.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.