Nos gustaría pensar que con cada generación nos estamos acercando más a una sociedad donde todos pueden ser considerados iguales, sin discriminar ni etiquetar a la gente por su género, raza, sexualidad, capacidad física, etc. Un lugar donde sea normal para que un hombre se quede en casa a cuidar a los hijos mientras la esposa sea la que trabaje y genere la mayoría de los ingresos de la familia.

Pues, según una encuesta reciente, investigadores han analizado los datos sobre la opinión de los jóvenes sobre la clasificación de género desde 1977. La encuesta pedía que dijeran si estaban de acuerdo o no sobre preguntas como “¿es mejor para toda la familia si el que genera los ingresos es el hombre y la mujer se queda en casa para hacer el quehacer y cuidar a la familia?” o “¿el esposo debería de tomar todas las decisiones importantes en la familia?.”

Desafortunadamente, el estudio descubrió que tanto hombres como mujeres entre los 18 a 25 años apoyaban menos un hogar igualitario que aquellos de la misma edad hace 20 años. En 1994 sólo 44% de estudiantes de la preparatoria estaban de acuerdo con que los hombres deberían de ser los que mayor ingreso traen a la casa, pero en el 2014, 58% estaban de acuerdo. De manera similar, 30% de las personas de 18 años creían que el hombre debería tomar las decisiones importantes en la familia en 1994, pero en el 2014, 40% pensaban que era la manera correcta de manejar un hogar.

Pero luego se vuelve confuso cuando las preguntas están enfocadas en el ámbito del trabajo fuera del contexto de una relación, los jóvenes mantenían una mentalidad bien progresiva. En 1994, 91% de los estudiantes de preparatoria estaban de acuerdo con la noción de que las mujeres deberían ser consideradas iguales que los hombres para trabajos como de ejecutivo o político y esa cifra se mantiene dos décadas después. La mayoría de los jóvenes también piensan que las mujeres deberían de tener las mismas oportunidades de trabajo que los hombres en estas dos décadas.

Esencialmente, la mayoría de los jóvenes actualmente creen que los hombres deberían ser los que más ganan en la familia, pero también creen que las mujeres deberían de tener las mismas oportunidades que los hombres. Lo sé, suena un poco contradictorio.

Los investigadores creen que esta perspectiva podría radicar del hecho que en nuestra cultura, aunque apoyemos las decisiones de las mujeres de trabajar o quedarse a cuidar el hogar, la sociedad también celebra a los hombres y las mujeres para diferentes capacidades (en plan de que las mujeres son mejores amas de casa y los hombres los que traen el pan).

Publicado por Othón Vélez O’Brien.