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Una de las mejores formas de crecer, aprender y abrir nuevos horizontes es viajar; sin embargo, cuando decides emprender un aventura no sólo conoces culturas, personas y lugares ajenos a ti, también te conoces a ti misma, desafías límites físicos y mentales y te das cuenta de qué estás hecha.

No hay que negar que viajar con familia, amigos y pareja es también una grata experiencia, pero si lo haces con tu propia compañía te llevarás sorpresas inimaginables. Por eso si todavía no te decides a dar este paso tienes que leer estas razones que seguramente te convencerán:

Obtendrás más confianza. Si careces de seguridad en ti misma, tienes que viajar sola. Al hacerlo te verás obligada a tomar tus propias decisiones, y te darás cuenta gracias a los retos que se te vayan presentado que tú eres capaz de manejar tu propia vida.

Serás más independiente. Cuando únicamente dependes de ti tu instinto de supervivencia comienza a surgir, y si antes no te hacías ni un huevo sola ahora probarás dotes que quizá ni sabías que tenías.

Dejarás tu zona de confort. Verás que tus miedos poco a poco se irán alejando de tu mente y realmente sentirás que eres capaz de todo.

Puede ser un proceso de curación. Si pasaste por una ruptura, una pérdida,  o simplemente te sientes harta de cualquier aspecto de ti vida, viajar sola te ayudará a sanar.

Aprenderás de cada experiencia. Habrá altibajos y momentos duros en los que de te las arreglarás para salir adelante, y aunque sientas que vives en una montaña rusa todo es parte del proceso de aprendizaje.

Descubrirás tu valor y amor por ti misma. Viajar sola te enseñará a amarte y valorarte como individuo al ser consciente de lo que realmente importa en la vida, dejando atrás banalidades que pudieran destruir tu autoestima.

Serás más agradecida. Después de haber acampado en el bosque o comer todos los días lo mismo pronto aprenderás a apreciar  y agradecer las pequeñas cosas de la vida. El agua limpia corriendo, un techo sobre tu cabeza, la comida caliente, y el afecto humano.

Te liberarás. Experimentarás un cambio indescriptible, una mezcla de crecimiento mental, espiritual, y madurez con una sensación de libertad, de autodescubrimiento.

Después de leer lo que te espera ahora sólo falta que te decidas a tomar tu mochila y decidir tu próximo destino.