Te gusta mucho salir y nunca te preocupas por la hiedra venenosa porque te imaginas que esto es algo que sólo encuentras en las profundidades del bosque, pero en realidad la encuentras hasta en tu propio jardín. Y al igual que con otras plantas venenosas, basta con tocarlas para transmitir una sustancia aceitosa de esta planta conocida como urushiol, la sustancia que clasifica a esta hiedra como venenosa.
A partir de cuatro horas y hasta cuatro días aparecerá un sarpullido rojo con mucha comezón. Para protegerte a futuro, sólo sigue estos consejos:
Aprende qué buscar
La hiedra venenosa es común, pero crece menos en altas elevaciones y en desiertos. Las hojas de la hiedra venenosa son glossy y son marcadas con hojas de tres puntos muy característicos que salen en distintas direcciones. Las orillas pueden ser lisas o dentadas y la planta tiene unos frutos como moras verde blancosas que parecen pequeñas uvas.
La planta puede enredarse en un árbol o en una reja, salen de grietas en la calle y crecen bajo. Al igual que otras plantas que florecen, los colores de las hojas cambian con las temporadas.
Entiende cómo se transmite
Usando mangas largas y pantalones largos puede ayudar a protegerte de la hiedra venenosa, pero entrar en contacto con la planta no es la única manera para sacarte un sarpullido. El urushiol puede transmitirse a otros objetos, como tu equipo de jardinería o incluso tu ropa, hasta al pelo de tu perro.
Se cree que el fluido que sale de las ampollas puede transmitir el sarpullido de persona a persona, pero no es el caso.
Aprende cómo tratarlo
Si sabes que has tocado hiedra venenosa, el primer paso que debes tomar para prevenir el sarpullido es tallar tu piel con jabón y agua lo más pronto posible, idealmente dentro de 15 minutos desde que tuviste el contacto. Procura lavar tu ropa también. No todos reaccionan al aceite porque tienes que ser alérgico para que esto suceda, pero es mejor no correr el riesgo.
Si de todos modos te sale el sarpullido, lo mejor para aliviar la comezón es un baño de avena, una compresa fría y húmeda, loción de calamina o alguna crema de cortisona. La severidad del sarpullido puede variar de persona a persona, así que si los remedios caseros no brindan alivio, será mejor acudir con un doctor para que te recete algo más fuerte.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.