Todos hemos tenido malos días. Quizá un día simplemente despertaste del lado equivocado de la cama. Quizá te dejó el camión y tuviste que caminar al trabajo. Quizá tiraste tu café encima de tu durante este paseo al trabajo.
Sea lo que sea, te puedo garantizar que tu día no le llega ni a los talones de estas personas a continuación. La empatía y el buen humor siempre pueden hacer que tu situación se sienta un poco mejor al darte cuenta que aunque estés teniendo un mal día, siempre podría ser mucho peor.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.