Con la llegada de la primavera y después el verano vienen las vacaciones, por lo regular las playas se abarrotan, suben las ventas de los trajes de baño, las promociones de los gimnasios y los tips a seguir para poder lograr tener un “cuerpo de bikini”.
El punto es que en casi todos los lugares (redes sociales, espectaculares, revistas) encontrarás este estereotipo de cuerpo “ideal” que muchas veces termina obsesionándote, pero ¿cuál es la razón?
De acuerdo con el Dr. Kelsey Latimer, psicólogo del Center for Pediatric Eating Disorders at Children’s Health en Plano, Texas, la sociedad moderna tiende a ligar fuertemente su autoestima con el tipo de cuerpo que tienen, y cuando no se ve como lo desean comienzan a aparecer otro tipo de problemas como trastornos alimenticios.
Asimismo, indica que la mayoría de los pacientes del centro donde trabaja, inician sus enfermedades al buscar un cambio drástico en su apariencia con motivo de algún evento en el que usarán ropa que dejará más al descubierto su figura.
En realidad si nos ponemos a pensar, engancharnos para lograr tener el llamado “cuerpo de bikini” realmente no aportará algo significativo a nuestra vida, como el hecho de lograr ser más saludables, aceptarnos, querernos y estar agusto con nuestra fisonomía.
Romper este vínculo de tu autoestima con la imagen superficial es un reto mucho mayor que lucir “bien” en un traje de baño, pero sí aún así te preocupas por tu apariencia y el qué dirán, recuerda que no eres la única y que sólo te hace falta tener un cuerpo para ponerte el bikini que quieras y disfrutar del momento.
Con información de Brit+Co.