Hay muchas cosas en mi congelador. Pero definitivamente el semen de animales no es una de ellas. Aunque para ser justos, nunca he revisado los ingredientes en algunos paquetes.
Reconozco que es un nuevo temor irracional, pero se origina en varios reportes populares en internet que surgieron esta semana acerca de unos científicos japoneses de la Universidad de Kioto, quienes crearon un banco de semen muy específico para especies amenazadas por medio de técnicas innovadoras de liofilización.
Aunque en mi congelador probablemente no haya semen de origen animal, pronto podríamos ver congeladores científicos en los que sí. “Congeladores científicos” es, desde luego, la descripción técnica de congeladores que contienen… ciencia.
“Steve, abre el congelador y pásame un frasco de ciencia”.
Los investigadores japoneses de la Universidad de Kioto, en colaboración con el zoológico de la ciudad, lograron liofilizar con éxito el semen de chimpancés, de un loris perezoso y de una jirafa. Además, cuando se trata de resucitar a los pequeños nadadores, simplemente tienen que dejar que se descongelen en agua, como si fueran un trozo de pollo congelado. Aunque en este caso es un trozo de semen.
Esta tecnología funciona en realidad gracias a un conservador desarrollado especialmente y que permite que el futuro animal congelado se almacene a una temperatura relativamente elevada, ligeramente mayor al punto de congelación. Entonces, en realidad esta nueva forma de hacer las cosas ni siquiera requiere de un congelador. Literalmente puedes ponerla junto a tus sobras en el refrigerador. Aunque el tomar el Tupperware equivocado en medio de la noche podría ser desastroso.
“¿Sobras de fetuccini Alfredo? No se ofendan si paso”.
La alternativa actual es el nitrógeno líquido. Pero eso requiere de mucho equipo y de considerablemente más energía. Así, el profesor que dirige la investigación, Takehito Kaneko, ha estado trabajando en este nuevo método por más de una década y desarrolló una forma de incorporar el conservador regulador especial al proceso de liofilización para conservar tanto el semen como la información genética durante décadas. Ya sabes, para crear un mercado vintage.
Ahora que Kaneko y sus colegas parecen dominar el sistema, están preparando un banco de semen de especies amenazadas para que podamos confundir y ofender más eficazmente a un planeta ya de por sí enfurecido.
“Miren, estoy harto de los pandas gigantes. ¡Quítenme a esos fenómenos de encima!”.
“Cállate, Tierra. Sirven para hacer buenos videos para internet”.
Pero ya no hablemos de este pequeño y trágico hogar en el sistema solar; los científicos de Kioto incluso están pensando en colonizar otros planetas con algunas de nuestras especies más singulares. Porque, ya sabes, lo que realmente hace falta en Marte es un lémur.
El profesor Kaneko solo ha experimentado con animales y reconoce que no sabe de alguna aplicación humana para esta tecnología. Sin embargo, probablemente eso sea bueno, porque cuando finalmente decidamos crear un ecosistema totalmente nuevo en el espacio, probablemente estará mucho mejor con tortugas y perezosos.
Los humanos estarían allí, haciendo el twerking con unas rocas espaciales gigantes y enviando las fotos por Instagram a todos los que esperan en la nave nodriza. Porque entonces —y solo entonces—, sabremos que el planeta rojo es oficialmente nuestro.
Al menos estoy bastante seguro de que así nos adjudicaremos todo en el futuro.
Ahora, conforme se desarrolla el banco de semen de animales amenazados de Kaneko, el científico está ansioso por hacerse con un montón de animales más grandes que están en peligro, como elefantes, tigres y rinocerontes. El zoológico tiene 132 especies diferentes para elegir, así que hay que obtener mucho semen.
Esa es solo la mitad de la batalla: el siguiente paso del proceso es descubrir una forma de usar esta nueva tecnología para liofilizar también los óvulos de las hembras.
Así que quién sabe cuándo podremos enviar a nuestras criaturitas más extrañas al cosmos. Pero cuando lo hagamos, les aseguro que será encantadoramente innecesario.
CNN