Escrito por Carlo Mattiello

Las últimas semanas he tenido la oportunidad de interactuar con otros humanos en diversos escenarios, entre ellos una mujer   en un avión me manifestó su incomodidad ante el tema Freudiano, pues no le parecía la idea de estar  toda la vida en análisis, creía injusto culpar a la madre de todos los traumas del  paciente y le era poco apetecible el tener que rememorar  toda su vida desde la infancia para poder resolver todos los eventos traumáticos hasta el presente.  En ese momento pensé que ella no tenía porque saber  la verdad sobre estos temas, pero al enterarme que era psicóloga, no sabía si arrancarme el cabello o arrancárselo a ella.

Pero bueno, esto me da pie a tres temas fundamentales para la práctica psicoterapéutica a tratar en tres entregas: 1.- La Duración de una Terapia, 2.- El Complejo de Edipo y 3.- La Asociación Libre.

Acerca de la duración de la terapia, es difícil determinar algo preciso pues depende en gran parte del trabajo del paciente y del encuadre terapéutico en el que se encuentre.  Freud (me remito a él, pues es el fundador de nuestra práctica sin importar que corriente se practique)  escribió un artículo titulado Análisis Terminable e Interminable en el que plantea esta cuestión, y explica que alargar  demasiado un proceso analítico puede provocar un estancamiento en el progreso del paciente, y desarrollar una relación de codependencia a la que no se quiere llegar. Menciona que acortar de forma abrupta el proceso puede en ciertos casos ayudar a que el paciente mejore en su estado,  pero es muy difícil determinar el momento de utilizar esta herramienta, y terminaría en un análisis interrumpido si es que no se instrumenta  bien. El que un análisis se termine y se considere exitoso independientemente de su duración (la cual  es diferente de paciente a paciente pero que ciertamente no es para siempre) depende de dos factores fundamentales:  “primera, que el paciente no sufra ya de sus síntomas y haya superado su angustia y sus inhibiciones; segunda, que el analista juzgue que se ha hecho consciente tanto material reprimido, que se han explicado tantas cosas que eran ininteligibles y se han conquistado tantas resistencias internas, que no hay que temer una repetición de los procesos patológicos en cuestión” (FREUD, Sigmund; Obras Completas Vol. XXIII)

Esto no significa que el sujeto quede blindado contra nuevos conflictos, lo que a veces es una expectativa ni que el sujeto se va a volver un ciudadano ideal,  pero si sirve de forma preventiva (profilaxis).

Se puede empezar, se debe terminar, y si se necesita se puede volver, pero ahora con otro analista, otro otro.