¿Qué es psicología? Me lo preguntas mientras posas en mi pupila, tu pupila…, algo así sería si fuéramos poetas.
Irónicamente, aunque la demanda actual por parte del sector estudiantil de nivel medio superior es alta en relación a la psicología, y hay una gran oferta educativa en este sector; parece haber una gran desinformación con respecto a la actividad de un psicólogo, me parece esto se debe en gran parte a los libros de auto ayuda, a aquellos “profesionales” que se presentan en medios de comunicación ostentando un saber sobre las afecciones mentales y como solucionarlas en simples pasos desde su casa, y a la caricaturización del profesional en televisión y cine.
Muchas veces al conocer a alguien y la conversación ha avanzado surge el tema de ¿a qué te dedicas? comento que soy psicólogo y se presentan comentarios y preguntas como: “seguramente me has estado analizando todo este tiempo”, o una vez de niño soñé tal cosa, dime ¿qué significa? y una muy recurrente es que te piden les hagas un perfil psicológico con el material contenido en la plática que acabas de tener (lo que rompe los lineamientos éticos y es imposible).
Comencemos por el principio, la Psicología es: “El estudio de la conducta y los procesos mentales de los individuos” (Vidales, Ismael (2003). Psicología General. México: Limusa – Noriega Editores.)
Dentro de sus ramas se incluyen investigaciones sobre la percepción, la atención, la motivación, la emoción, el funcionamiento del cerebro, la inteligencia, la personalidad, las relaciones personales, la consciencia y lo inconsciente. Siendo una ciencia establece protocolos de investigación basados en el método científico, y tiene aplicación en diferentes áreas de la cultura y la sociedad; siendo las más comunes: Psicología Clínica, Psicología Laboral y la Psicología Educativa; en los últimos años han surgido nuevas aplicaciones de la misma como: Psicología Social, Forense, Neuropsicología, Experimental, Evolutiva, etc.
El psicólogo clínico, (que en mi experiencia es el que más confusión genera), tiene conocimientos sobre procesos psíquicos y estructuras mentales; en las cuales se pueden formar patologías , y aunque por la experiencia podemos generalizar algunos aspectos de estas, cada sujeto es diferente; esa es una de las grandes diferencias que tiene la psicología de la psiquiatría, en la que si el sujeto cumple con un criterio estadístico se le diagnostica con un trastorno mental anulando al sujeto como portador de su propio saber; y el psicólogo va a escuchar, porque solo el paciente sabe el origen de su malestar y en última instancia de qué forma resolverlo, el profesional va a aportar directrices y herramientas teóricas y prácticas para establecer un proceso, pero es un trabajo en conjunto en el que un saber y un no saber se articulan en busca de una solución o por lo menos un cambio.