Desde el 2011, la empresa Essess ha mirado a millones de edificios de noche usando cámaras que detectan calor. Las cámaras se colocan sobre coches y la empresa hace sus evaluaciones sobre dónde tienen fugas de calor los hogares. Para algunos edificios, las fugas se encuentran en las ventanas, en otros los techos o el sótano son problemas mayores. El nuevo software de Essess puede analizar a miles de edificios dentro de una hora.

Con estos datos Essess aconseja a sus clientes cómo arreglar las fugas. El software de Esses usa datos para poder ayudar a averiguar no sólo quién tiene fugas de calor, sino que también quién haría algo al respecto.

 El concepto es sencillo y la tecnología es sofisticada. Por varios años, investigadores en Essess y MIT han estado trabajando en hacer cámaras térmicas para montar sobre coches para hacer las cámaras más rentables con mayor resolución.

Esses no es el único grupo que pensó en usar imágenes térmicas de hogares para conservar enenrgía. En el invierno del 2010-2011 y del 2013-2014, en el Reino Unido se mandó a un piloto a volar sobre la ciudad  de Coventry con una cámara térmica para ver qué techos buscar que tenían fugas. Usaron luego estos datos para enviar a hogares de poco ingresos aislantes más económicos para reducir el costo. Más de 600 hogares aprovecharon estas ofertas.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.