Entre dudas acerca de la privacidad, el intercambio, la venta de juegos y el hecho de que el Kinect “siempre” debe estar encendido, Microsoft publicó detalles nuevos sobre su consola Xbox One, con la esperanza de explicar algunos temas que molestaron a los fans.
Los datos llegan una semana antes de la Electronic Entertainment Expo (E3), que se llevará a cabo en Los Ángeles, en la cual la compañía pretende enfocarse a nuevos juegos y características, no a preocupaciones de los usuarios.
Sobre los nuevos detalles: hasta 10 familiares podrán ingresar a una cuenta desde cualquier parte para jugar un videojuego del Xbox One. La singular propuesta surge de los fans, quienes querían jugar en cualquier lugar y en el momento deseado, en una época en que las empresas productoras de videojuegos se preocupan por proteger los derechos digitales.
Los juegos también estarán disponibles para cualquiera que use la consola en la casa del comprador.
Pero, ¿qué hay de los juegos usados?
Una publicación en un blog enfatiza que no es necesario pagar una cuota por transferir o vender los juegos a cambio de efectivo o de un crédito con Microsoft. Sin embargo, la redacción de la publicación insinúa que las restricciones podrían provenir de las marcas.
“Hoy, algunos jugadores eligen vender sus viejos juegos en disco a cambio de efectivo y crédito. Diseñamos la Xbox One para que los editores de juegos puedan permitirte que intercambies tus juegos con los minoristas participantes”, se lee en la publicación. “Microsoft no cobra cuota alguna a los minoristas, editores o consumidores que permitan la transferencia de esos juegos”.
La compañía usa la misma frase (los editores de juegos puedan permitirte) al referirse al intercambio de juegos o los regalos para amigos. Microsoft tiene dos requisitos para esto: el receptor debe permanecer en tu lista de amigos al menos durante 30 días y cada juego solo puede regalarse una vez.
¿Qué harán las compañías de videojuegos con este nuevo control sobre las ediciones usadas y el intercambio? ¿Cómo reaccionarán los minoristas, cuyo negocio depende en parte del intercambio? Eso está por verse.
Al presentar los nuevos detalles, Microsoft pretende alejar la atención de sí y dirigirla hacia los productores independientes. A final de cuentas, ellos son quienes tienen más que perder si los juegos para consolas nuevas como la Xbox One y la próxima PlayStation 4 de Sony no cuentan con protecciones de fábrica que impidan la reventa o que se compartan.
Sin embargo, la gestión de los derechos digitales y otros candados son impopulares entre los jugadores, quienes argumentan que deberían poder hacer lo que deseen con un juego por el que ya pagaron.
No se sabe cómo enfrentarán este problema en los Estudios Microsoft Games. Sony ha sido menos abierto con la forma en la que abordarán los problemas de los derechos con su nueva consola.
Los juegos fuera de línea y el uso de una conexión constante a internet también han sido un problema para los fans de la Xbox.
Según otra publicación, aunque la consola está diseñada para funcionar mejor con una conexión constante de banda ancha, no es necesaria. Sin embargo, ésta debe conectarse a internet al menos cada 24 horas o una vez cada hora si accediste a tu propia biblioteca de juegos desde la consola de un amigo.
En otra publicación en un blog se tocó el tema de las preocupaciones por la privacidad que surgieron con el dispositivo Kinect, el cual está siempre encendido. Los jugadores podrán configurar las reacciones del sensor y la cantidad de datos a transferir.
El dispositivo puede ponerse en pausa si no quieres usarlo. Además, aunque el Kinect puede registrar tu ritmo cardiaco, tus expresiones faciales y más, ninguno de esos datos sale de la consola sin autorización explícita.
En la publicación se señala que Microsoft está recibiendo la retroalimentación de los fans mientras afinan y desarrollan nuevas políticas para la Xbox One.
La presentación de Microsoft en la E3 está programada para este lunes a las 13:30, hora de la ciudad de México.
CNN