dolor de estómago

Vivir como hipocondriaco es una labor titánica y no solo por el hecho de sentirse total y completamente enfermo todo el tiempo, con dolores en lugares inenarrables y punzantes músculos que nunca pensaste siquiera existieran, los mareos , las nauseas el que la visión se nuble, te de el “vaguido”, como mi abuela decía, además de todos los síntomas que después de escuchar a un médico por televisión o cualquier otro medio juras tener, es labor titánica porque cuando tu “hipocondriaques” (palabra que me invente a lo largo de mi “intenso padecer”) en verdad tiene tintes de enfermedad real nadie cree, ni siquiera el medico de cabecera que obviamente tienes y al cual consultas a la menor sintomatología.

Vivir como hipocondriaco no es fácil, trabajo constante al cual dedicas las 18hrs. que estas despierto y eso a veces porque si tu subconsciente, enfermizo patológico, le da la gana también te agrede durante la noche y te hace soñar enfermedades terribles que te aquejan en el medio de tu sueño mas profundo.

Vivir como hipocondriaco te vuelve sumamente letrado, no me refiero a las letras en el sentido estricto de la palabra sino a lo mucho que te lleva investigar todos los síntomas que según tienes y gracias a dios por la tecnología actual, ya que no tienes que correr y encerrarte en una biblioteca pública, acudes a “SAN GOOGLE” el santísimo “VADEMECUM” y a todos lo hermosos foros y portales que se alimentan de los comentarios de todos los hipocondriacos como uno.

Vivir como hipocondriaco no es cualquier cosa es vivir en constante lucha por callar a nuestros sistemas que nos gritan enfermedad y dolor mientras el mundo te tacha de loco e irremediablemente te condena a las risas constantes de todo aquel con quien convives.

En conclusión, vivir como hipocondriaco irremediablemente te llevara a ser el típico viejo con un buro lleno de medicamentos que en realidad nadie mas que tu sabe para que son y al nadie creer en tus múltiples síntomas y enfermedades, una muerte probablemente dolorosa y mal atendida ya que al estar pensando que te duele el “cundalini” o que los “corucos australianos” te atacaron, descuides la sintomatología real de un tumor maligno que apareció desde que tenias 12 años y que por estar en la loca nunca atendiste.

Ser un hipocondriaco no solo es una enfermedad es un estilo de vida al que solo los que padecemos entendemos lo divertido y difícil que puede llegar a ser.

Escrito por Paco Poncho Rodriguez