Son tan sencillas que te sorprenderá lo fácil que se puede construir un día a día más sereno. Y, además, establecerlas como rutinas diarias te ayudará a tener más y mejor calidad de vida:

1. Ejercicio diario en todas las edades: de 5 a 17 años, la recomendación es practicar una actividad tres veces a la semana de más de una hora diaria, con actividades vigorosas que refuercen músculos y huesos. De 18 a 64 años son ideales actividades recreativas en el tiempo de ocio, como practicar deportes en la familia. Lo recomendado son 150 minutos semanales. Y de 64 años en adelante, la OMS recomienda paseos caminando, o una combinación de actividades moderadas y vigorosas. También se sugiere hacer 150 minutos a la semana.

2. Limpiar la alacena: no se trata de que tires todo lo que hay en ella, pero sí de ir limpiándola poco a poco. En tus nuevas adquisiciones incluye lo mínimo posible de azúcar, sal y grasas.

3. Comprar en el mercado: frutas y verduras suficientes como para sumar entre 5 y 7 porciones diarias.

4. Cero tabaco: cada año mueren 6 millones de personas por enfermedades crónicas asociadas con el consumo de cigarrillo, debido a problemas de pulmón, garganta, vejiga, boca, entre otros.

5. Lavarse las manos: parece una medida tan básica, pero a la vez es fundamental para evitar la propagación de enfermedades como diarrea, problemas respiratorios y la transmisión de virus y bacterias. Solo por ese detalle, se podría disminuir a la mitad las tres y media millón de muertes infantiles al año.

6. Cultivar la higiene mental: en el mundo, según cifras de la OMS, existen 450 millones de personas con desórdenes mentales. Por eso, realizar actividades que fortalezcan nuestra emocionalidad y espiritualidad es ideal para mantenernos sanos. Esto, a través de técnicas como la meditación o la espiritualidad, a través de la religión o las actividades que nos impliquen descanso y paz.

7. Disfrutar del tiempo libre: esto no significa horas frente al televisor. Sino hablamos de compartir con amigos, la pareja o la familia. Esto nos ayuda a sentir un entorno agradable, armonioso y contar con apoyo emocional.

8. Desconectarse de la hiperinformación: ¿qué tal unas horas lejos de tabletas, celulares y computadoras? Es cierto que se nos han vuelto fundamentales para el desarrollo laboral y en el tiempo de ocio; pero disfrutar de una buena charla o un buen libro, nos ayuda a limpiarnos de los excesos de uso de pantallas y de la información que nos rodea.

9. Desinfección: los virus, bacterias y hongos adoran vivir en lugares húmedos y cerrados como el baño. Limpiar dos o tres veces por semana con cloro y desinfectantes nos libra del riesgo de padecer molestias respiratorias o cualquier tipo de infección.

10. Reírse más: una persona que se ríe mucho encuentra la misma tranquilidad de quienes meditan. Así lo dice un estudio de la Universidad de Loma Linda en California, al encontrar que la risa genera ondas similares a las producidas durante la meditación. Disfruta de un programa de televisión entretenido, de una película de comedia o de la compañía de un amigo con buen humor, para liberar el estrés. Incluso, de escuchar más seguido la música que te gusta y hasta intentar bailar un rato. Seguro te reirás y te sentirás mejor.