Cuando empezaste tu nueva dieta para ponerte en forma este año, seguro repasaste todo lo que comerías y lo que no permitirías entrar en tu boca. Pero ajustando tu dieta en realidad no es todo lo que requiere tu cuerpo para conseguir esa forma que deseas. Este es un error bastante común en el que creen muchos.

Para bajar de peso y mantenerlo así, tienes que incorporar hábitos sanos que no necesariamente tengan un impacto directo en tu peso. Estos tres cambios podrán mejorar tu estado de ánimo y te ayudarán a bajar de peso en el proceso sin hacer que se sienta como una carga muy pesada:

1. Dormir más

Si no duermes suficiente, ya sea por cantidad o calidad, te va a costar mucho más trabajo acatarte a tu programa de ejercicio y nutrición. De hecho, según unas pruebas de un estudio, aquellos que durmieron menos de cinco horas y media por noche comieron 285 más calorías al día siguiente que aquellos que durmieron bien. Para empeorar las cosas, aquellos que no durmieron bien eligieron alimentos distintos también, se saltaron la proteína y buscaron alimentos con más calorías vacías.

2. Enfócate en tu comportamiento, no el resultado

Fijate una meta, pero luego trabaja en reversa y averigua que comportamientos necesitas para alcanzar tu meta. Por ejemplo: si tienes como meta bajar de peso, averigua de manera realista cuánto tiempo debería de tomar.

Luego trabaja en los comportamientos pequeños que  puedes ir aumentando, te ayudarán a alcanzar tu meta, cosas como dejar el refresco, llenar la mitad de tu plato con verduras, etc. Estos comportamientos son necesarios para el cambio. Cuando pones todo en práctica de manera consistente, conseguirás el resultado.

3. Deja de castigarte por la comida

Comer debería ser una acción que disfrutamos. La comida brinda más que nutrición, le da combustible a nuestros cuerpos y mentes, inicia la conversación, conecta a la gente y al final del día, no hay un solo alimento que tenga el poder de destruir o cumplir tus metas. Si saliste con amigos y te bebiste unas copas y comiste alitas de más, déjalo atrás, olvídalo. Ya sucedió, ahora sólo puedes enfocarte en cómo seguir adelante. Concéntrate en a dónde vas, no en dónde has estado.

Así que como puedes ver, tres de las mejores cosas que puedes hacer para tu dieta no tienen nada que ver con la comida, alimentarte sanamente tiene mucho que ver con tu cerebro al igual que tu estómago. Cuando tienes una mentalidad sana, lo demás caerá en su lugar.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.