Ya sea que uses de estos o unos más normales, no cuidarlos de la manera correcta puede empeorar problemas en los ojos. Aquí hay algunos de los errores que probablemente estés cometiendo para que lo corrijas:
Dormir con ellos
Dormir con lentes de contacto depriva tu cornea de oxígeno, causando sequedad, incomodidad, ojos rojos, visión borrosa e hinchamiento. Si tienes una herida superficial sobre tu ojo, el lente atrapara bacterias que pueden causar toda clase de complicaciones.
Bañarte con ellos
No debes mojar tus lentes de contacto. El agua puede hacer que se hinchen, cambien de forma o que se peguen a tu ojo, lo cual puede rasgar tu cornea. Además el agua en regaderas, albercas, tinas, ríos, lagos o el mar pueden tener microorganismos que pueden causar infecciones dolorosas.
No los limpias adecuadamente
Los únicos líquidos que deberían de tocar tus lentes de contacto son los que están hechos específicamente para ellos. Con las manos recién limpias y secas, talla los lentes con una solución limpiadora para lentes de contacto para remover mucosa, otras secreciones y depósitos que pueden acumular bacterias. Luego enjuaga con la misma solución antes de meterlos en un estuche de lentes de contacto con una solución desinfectante.
Ignoras la fecha de caducidad
No vale la pena usarlos unos días más para ahorrar. Microorganismos pueden acumularse, causando infección.
Ignoras el estuche
Las bacterias pueden proliferar si no mantienes bien cuidado el estuche de tus lentes de contacto. Vacía y rellena el estuche con solución limpiadora, luego deja que se seque sobre una servitoalla y cambia el estuche al menos cada tres meses, menos si se quiebra.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.