¿Conoces el viejo dicho de que el dinero no compra la felicidad? Eso no es cierto. Pero debes gastar tu dinero estratégicamente para esperar conseguir una sonrisa con tu dinero.
Compra momentos, no cosas
Según Dal Gilbert, autor del libro Stumbling on Happiness (tópandose con la felicidad) la clave es invertir tu dinero en adquirir nuevas experiencias en lugar de comprar bienes materiales.
Las cosas materiales, aún si son costosos y en verdad las quieres, suelen perder su encanto después de un poco de tiempo. Recuerdos de gente, lugares y actividades, sin embargo, nunca pierden su valor.
Gasta en otros y no sólo en ti
Según un estudio, invertir tus gastos en otros incrementa el bienestar emocional y físico de la gente.
“Los beneficios del gasto prosocial se extienden no sólo a un bienestar subjetivo, sino que en el bienestar objetivo también,” dice el estudio. A pesar de la intuición de la gente y tendencia de lo contrario, una de las mejores formas de conseguir el mayor beneficio de gastar dinero es invertirlo en alguien más.
Haz pequeñas despilfarraciones
Gastar mucho dinero en una sola cosa extravagante no suele darte el mismo gusto por tu dinero porque no importa cuánto te guste algo al principio, te acostumbras a tenerlo y con el tiempo se vuelve otra de tus pertenencias. Permitirte unas indulgencias poco costosas es una manera de conseguir muchas pequeñas ráfagas de felicidad.
Compra lo que te gusta
Existen muchas razones por las cuales alguien compraría algo, pero si la razón es maximizar su felicidad, lo mejor que puede hacer una persona es invertir en experiencias de vida que no están alineadas con sus vidas personales. Cuando una persona invierte dinero para proyectar una imagen que quieren mantener, no los hace más felices.
Gasta con otros
Pensarás que invertir tu dinero en cosas o actividades solo te hará feliz, pero según un estudio, esta táctica puede tener el efecto contrario. Para ser extraordinario, debes ser diferente que los demás y la interacción social tiene muchas similitudes.
Hacer cosas con amigos o familia, aún si no es algo muy emocionante, te hará más feliz porque fomenta una sensación de unión entre tú y otros.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.