La mayoría de la gente considera el ejercicio y comer saludable como dos cosas totalmente separadas. Pero en realidad se llevan de la mano. Estudios han demostrado que el ejercicio puede controlar tus antojos por alimentos no saludables. El resultado es una pérdida de peso mucho más rápida, mejores resultados de fitness y una vida más saludable en general. Aquí hay seis maneras de aprovechar el ejercicio para controlar tu apetito:
1. Escoge una rutina que te guste
Si consideras tu ejercicio como una especie de castigo, es más seguro que busques premiarte cuando termines con algo muy decadente. Sin embargo, si te diviertes con tu ejercicio, no sentirás la necesidad de un premio al final.
2. Haz intervalos
En otro estudio se demostró que gente que haya completado intervalos de 30 minutos de ejercicio intensivo consumieron hasta 170 menos calorías alrededor de una hora después del ejercicio comparado con aquellos que hicieron ejercicio moderado por la misma cantidad de tiempo. Se cree que los intervalos reducen los niveles de grelina, la hormona que produce el hambre, al mismo tiempo que incrementaron los niveles de lactate y glucosa en la sangre, ambas que pueden reprimir la ingesta de alimento a corto plazo. Considera intervalos de 1:4, osea que corres intensivamente por un minuto y luego trotas por cuatro minutos.
3. Bebe agua
La deshidratación muy seguido se hace pasar por hambre. Si estas sudando en el gimnasio pero no estas bebiendo suficiente agua para compensar la pérdida de fluidos de tu cuerpo, podrías terminar deshidratado fácilmente. Para darte una idea de cuánta agua necesitas durante el ejercicio, mide tu peso antes y después del ejercicio. Si pesas menos que cuando empezaste, necesitas incrementar un consumo de agua.
4. Usa el tapete de yoga
Conocer la diferencia entre hambre y antojo se trata de estar conectado con tu cuerpo y el yoga tiene esto dominado. De hecho, según estudios, practicar yoga puede reducir comportamientos de comer mucho a la vez en un 51%. La práctica de conocer tu cuerpo no sólo ayuda a determinar cuándo tienes hambre de verdad, pero puede hacerte más sensible a sentirte lleno para recordarte que ya puedes dejar de comer.
5. Ponte de pie
Ejercicios donde tienes que aguantar el peso de pie son más eficientes para controlar tu apetito. Cuando científicos le pidieron a gente que saltara con la cuerda o que hicieran una sesión de spinning, descubrieron que los que saltaron tenían menos apetito después del ejercicio.
6. Come antes de hacer ejercicio
Resulta que comer algo ligero antes del ejercicio te deja con menos apetito que si ejercitaras con el estómago vacío. Además, si haces ejercicio con un poco de energía, podrás desempeñar mejor lo cual es crítico para quemar calorías, crear músculo y reducir el apetito.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.