Es probable que los hayas visto en la playa y evitaste el contacto con ellos ya sea por miedo o los viste como una molestia. Pero de lo de no nos damos cuenta es que estas criaturas son más increíbles de lo que hubiéramos imaginado.
Ninguna forma de arte hecha por el hombre podría compararse con los patrones intrincados, complejos y vibrantes que vemos en estos retratos. Esta especie es más sobrenatural de lo que sabemos. Cuando los vemos en estas imágenes, con efecto de espejo, podemos ver de cerca lo relacionados que están con el universo que nos rodea.
Estas criaturas se llaman zooides, que son individuos de una comunidad colonial que funciona como un solo organismo cuya estructura es diferente a la de los otros individuos de la misma especie, según el papel fisiológico que desempeñe dentro del conjunto.
Estas criaturas no pueden sobrevivir por su cuenta, porque en conjunto cumplen con todas las funciones de un solo organismo. Osea que cada uno cumple con un solo propósito. Algunos caza, otros consumen, otros se reproducen y otros se encargan del movimiento.
No se sabe mucho de estas criaturas fuera de que son responsables de causar 10,000 picaduras al año alrededor del mundo. Pero ahora, por primera vez, gracias a el fotógrafo Aaron Ansarov, les podemos poner caras a estas criaturas ilusas. Con la magistral técnica, el uso de luces, y la habilidad de Ansarov de ir más allá de lo obvio, podemos ver cómo se unen estas criaturas para crear patrones para una colección de arte fino titulado Zooides: Faces of Tiny Warriors (Zooides: las caras de pequeños querreros). Son unas increíbles criaturas buscando su lugar en el mundo.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.