Tras años de que perdieron partes de sus brazos en accidentes industriales, Igor Spetic y Keith Vonderhuevel, volvieron a tener sensaciones en la parte posterior de sus manos prostéticos. Esto es parte de un estudio sobre cómo recrear el tacto para la gente que ha perdido extremidades.
Este es el primer estudio en crear sensaciones tan naturales artificialmente. “Sabía inmediatamente que era algodón,” dijo Spetic.
Otros grupos de investigadores han intentado recrear el sentido del tacto para pacientes de amputaciones al estimular sus nervios con electricidad. Pero los voluntarios de estos estudios siempre han dicho que la sensación era extraña.
Este nuevo estudio es un paso hacia adelante para crear brazos y manos prostéticos que transmitan un sentido del tacto que se sienta natural para quien lo lleve.
Spetic y Vonderhuevel tenían que recibir implantes quirúrgicos con más de una docena de electrodos en sus brazos. En un extremo, los electrodos rodean grandes masas de nervios en sus brazos, del otro extremo los electrodos se conectaban a un enchufe en la superficie del brazo. Es como tener un catéter permanente. Se espera que algún día estos implantes funcionen inalambricamente.
Las descargas eléctricas en los implantes son menores que las descargas que sentirías si estás acariciando a un gato. Mantener estas descargas mínimas se cree que es el secreto para que se sienta natural el tacto.
Aunque las descargas están originando de la parte superior del brazo donde comienza la prótesis, Spetic y Vonderhuevel dicen sentir las descargas en la parte de la mano de la prótesis.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.