Un estudio realizado por el Centro de Tricologia de Birmingham – especializado en el estudio del cuerpo – concluyó que las barbas voluminosas pueden conducir a infecciones más frecuentes en la piel y a la transmisión de los gérmenes a otras personas.
Carol Walker, experta del Centro, explica que las personas tienen el hábito de tocarse la barba varias veces al día, muchas de ellas con las manos sucias, lo cual puede transferir esta suciedad a la cara y boca.
Además, por su naturaleza el vello facial tiene más curvas y dobleces en los que la suciedad, gérmenes y grasa se atrapa fácilmente. La comida es otro problema, sobre todo si se ingieren productos lácteos que se puedan atorar entre las barbas y echarse a perder.
Por lo tanto, los hombres con barba deben estar más preocupados por la higiene facial y estar al pendiente de la piel.