El hecho de que tengamos todos la capacidad innata de amar no quiere decir que hayamos nacido sabiendo cómo hacerlo. Las emociones también son algo que debemos aprender a usar (al menos deberíamos intentarlo). Probablemente es algo que la mayoría de la gente no se detiene a pensar, damos por hecho la vida y sus virtudes y dejamos que la marea de la sociedad y lo preestablecido dicte nuestro comportamiento.
Aprendemos inconscientemente a llevar relaciones amorosas pero sin pensar si es la manera que más nos beneficia a los involucrados.
“Quiero tener esto sólo para mi”, “quiero que esto esté disponible para mi por siempre”, posesividad, celos, miedo a perder a la persona, nada de esto es amor, por supuesto esto tiene que ver con dependencia y eso tampoco es amor.
Todos vivimos en un sistema social basado en la interdependencia, la vida es un juego individual que se juega en equipo, dependemos de otras personas, del la gente dedicada al campo para que nosotros podamos tener comida fresca y natural, dependemos de los ganaderos para poder tener carne y productos derivados, dependemos del taxista para llegar a nuestro destino, eso está bien, lo que no podemos permitirnos es depender de alguien para poder sustentar nuestra felicidad.
Pensar que necesitas de una persona a tu lado para ser feliz y que de su presencia o de su afecto depende tu estado de ánimo y tus emociones es un grave (pero muy común) error.
Es entonces cuando tratas de manipular, controlar, no puedes permitir que la otra persona sea libre porque necesitas de el/ella para mantener tu felicidad y entonces te vuelves una carga, esa persona debe cubrir tus necesidades, incluso hay gente que se encuentra en la co-dependencia y se necesitan el uno al otro, personas que se sienten incompletas y son como dos fichas de dominó recargadas una sobre la otra manteniendo un frágil equilibrio y si una se mueve las dos se caerán.
¿No te parece incongruente que si una persona está contigo te provoque sentimientos muy agradables, pero si decide irse entonces esos sentimientos se vuelvan amargos? Yo creo que eso no es amor.
El amor no es la evasión de la soledad, el amor no es tratar de llenarte por alguien más. Sucede algo irónico con esto, la gente le teme a estar sola y busca en el exterior que eso no pase, pero si tan sólo se atrevieran a ver en su interior se darían cuenta que aquello a lo que le temen en realidad no existe y que aquello que más buscan allá afuera está dentro de si mismos.
La soledad no debe dar tristeza, puedes darte cuenta que puedes estar solo y ser feliz, porque te tienes a ti, puedes estar viendo una película, leyendo, cocinando, o simplemente disfrutar de la quietud por ti mismo y ser feliz, el vacío que crees que podrías sentir en tu interior no existe, dentro de ti estás lleno, no le temas al vacío, si te atreves a mirar en ti, descubrirás que no hay vacío en la soledad y que no necesitas de nadie para sentirte bien, si miras dentro, aquello a lo que le temes desaparecerá y eso que buscas emergerá. Ahí es donde comienza el amor.
El amor es dar, es compartir, es confianza, es apoyo y libertad, el amor es la suma de dos individuos que eligen compartir su plenitud en un espacio físico y conceptual, donde la individualidad de cada uno se acomoda pero jamás se pierde. Donde ambos están llenos y se comparten el uno al otro pero siempre sumando jamás quitandole a la otra persona. El amor es cuando puedes disfrutar de la compañia de alguien más pero estás demasiado lleno de ti como para necesitar de esa persona. Cuando eres igual de feliz cuando están juntos que cuando está cada uno en su espacio y tiempo personal. El amor es la elección consciente de darte a otra persona sólo por el placer de compartirte y de recibir lo mismo en reciprocidad.
Y tú, ¿cuántas veces has amado realmente?