La mayoría de las veces, los coágulos son algo bueno. Cuando te lastimas, necesitas que la sangre se haga sólida para impedir que la herida siga sangrando. Pero a veces los coágulos aparecen cuando no son requeridos y esto puede causar problemas, especialmente si se crean en las venas profundas cerca de tus músculos.
Cuando se forman a estas alturas del cuerpo, puede ser muy doloroso y peligroso. Esto se llama trombosis de vena profunda y son como tapas en las venas que causan problemas con la circulación. Luego se vuelven más peligrosos si se mueven e impiden el flujo de sangre hacia tus órganos vitales.
Para evitar malestares serios en la vida, es importante reconocer estos síntomas que pueden facilmente er ignorados para determinar si tienes un coágulo o no:
Hinchamiento en una extremidad
Los coágulos pueden bloquear la circulación sana en las piernas y esta sangre puede amasarse detrás del coágulo, causando hinchamiento. Debes estar muy atento si tu extremidad se hincha rápidamente, especialmente si viene acompañado por dolor.
Dolor en el brazo o la pierna
Desafortunadamente, es muy fácil confundir un coágulo con un calambre o una lesión, está es una gran razón por la que no se diagnostican los coágulos. Este dolor se presenta cuando flexionas tu pie hacia arriba o mientras caminas.
Se vuelve roja la piel
Puede que veas una decoloración como un moretón, pero es más probable que lo veas rojo. Las trombosis pueden causar que la piel se vuelva rojiza en la extremidad afectada y hará que se sienta caliente al tocarla.
Dolor de pecho
Las trombosis y los infartos tienen síntomas similares. Sin embargo, el dolor de la trombosis suele ser un dolor agudo y se siente peor cuando respiras profundo. El dolor de un infarto radica de las partes superiores de tu cuerpo, como tus hombros, quijada o cuello. Lo más importante en lo que debes fijarte es tu respiración. El dolor de la trombosis se vuelve gradualmente peor con cada respiro. De cualquier modo, debes ir a la sala de urgencias.
Te falta el aire o te da taquicardia
Cuando el oxígeno lo tienes bajo, tu ritmo cardiaco comienza a acelerar para compensar por la falta de oxígeno. Si sientes algo raro en el pecho y te cuesta trabajo respirar profundo, tu cuerpo podría estar señalando una embolia pulmonar. También puede que te sientas mareado o cansado e incluso puedes perder la consciencia. Busca ayuda, especialmente si uno de estos síntomas surge repentinamente.
Tos inexplicable
La tos será seca, pero a veces saldrán flemas o sangre. Si tienes dudas, mejor acude al doctor.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.