Luego está la anafilaxia inducida por ejercicio dependiente del alimento. Esto sucede cuando ingieres ciertos alimentos sensibilizadores y haces ejercicio.
La anafilaxia inducida por ejercicio es raro, en un estudio en Japón que se llevó a cabo a 76 mil adolescentes se estima que había una prevalencia del 0.048%.
Síntomas incluyen comezón, bochorno, ronchas, resollo, náusea, vómito, diarrea, baja presión sanguínea o colapso.
En cuanto a los alimentos responsables, varía, pero las reacciones con verduras como el jitomate, cereales, nueces, pescado, leche de vaca, carne de res, de cuerpo, pollo, pavo, caracoles y hongos han sido reportadas. La intensidad del ejercicio varía, pero actividades como correr con frecuencia están implicados.
Para que la anafilaxia inducida por el ejercicio dependiente de alimento sea diagnosticado, ni la comida en sí o el ejercicio en sí son causantes de la reacción, es la combinación de los dos.
Los investigadores no están seguro de cuáles son las causas exactamente para esta clase de alergia, pero puede ser debido a un incremento en el flujo de sangre que puede transportar alérgenos del estómago al resto del cuerpo, posiblemente provocando reacciones alternas en esos sitios.
El tratamiento para la anafilaxia inducida por el ejercicio es como la de la anafilaxia general: evita los alérgenos y carga contigo siempre una epi-pen. Si se trata de anafilaxia inducida por el ejercicio dependiente de alimento, no tienes que evitar el ejercicio, pero deberías procurar no comer algún alimento que pueda provocar la reacción hasta después de una hora del ejercicio.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.