Los calambres básicamente son una sobre activación o contracción de un músculo. Aunque puede suceder en cualquier parte, suele suceder más seguido en las pantorrillas ya que es el músculo que más energía usa en tu cuerpo.
Aunque sea fácil saber cuando tienes un calambre, es más difícil averiguar por qué apareció. Aquí hay algunas razones por las cuales estarás teniendo calambres con frecuencia:
Deshidratación
La manera en que los músculos son activados implica un equilibrio de señales eléctricos e iones. La deshidratación cambia las señales, así que el cuerpo no sabe si la señal viene del cerebro o es debido a un desbalance eléctrico alrededor de una célula. Con toda esta confusión, tus músculos no procesan las señales correctas. Esta sobreactividad resulta en dolor, así que hidrátate.
Mantener una posición por un buen rato
Es común lastimar un músculo si mantienes una misma posición por un tiempo prolongado. Al hacer algo que tu cuerpo no está entrenado a hacer constantemente, los músculos se lesionan y esto causa que se acumule ácido láctico lo cual puede causar espasmos en el músculo. Esto debería desaparecer en unas horas por su cuenta, de lo contrario, acude a un doctor.
Compresión de nervios
Algunos se refieren a esto como un nervio pellizcado. Hay varios nervios que recorren toda tu columna, cualquier cosa puede causar que un nervio se pellizque, desde un disco con hernia a artritis o acomodarte en una posición extraña. Un desinflamatorio ayudará en en estos casos normalmente.
Embarazo
El embarazo causa toda una sarta de cambios en tu cuerpo que podrían resultar en calambres. No siempre es muy claro por qué sucede esto, pero bebiendo agua, haciendo estiramientos y tomando suplementos de magnesio puede ayudar mucho.
Suministro inadecuado de sangre
Si la sangre no está fluyendo adecuadamente a tus extremidades, es posible que te den calambres. Esto suele ser debido a una acumulación de colesterol en la sangre, pero también puede ser debido a una arteria pellizcada. Para esta clase de calambre definitivamente queda en orden una visita al doctor.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.