Nada puede sacarte de onda o molestarte tanto como los espasmos musculares.
Estos son contracciones involuntarios de un músculo entero o unas cuantas de sus fibras, comúnmente causado por problemas en el músculo en sí o uno de sus nervios.
Aunque se sientan muy al azar, probablemente no lo sean. Ciertos factores pueden volverte más susceptible a estos espasmos, pero por suerte se puede hacer algo al respecto. Esto es lo que significan tus espasmos musculares:
No estás consumiendo suficiente vitamina D
La vitamina relacionada con el sol es importante para la salud de tus músculos y niveles bajos pueden resultar en hipocalcemia, una condición en donde hay muy poco calcio en la sangre. El resultado es que los nervios que están a cargo hacen que tengan espasmos los músculos.
Estás super estresado
El estrés altera mucho tu cuerpo y puede terminar con los niveles de magnesio de tu cuerpo, lo cual causa estos espasmos. El magnesio tiene un papel importante en el funcionamiento de tus nervios.
Si has estado muy estresado mental o físicamente, es recomendable consumir alimentos ricos en magnesio como verduras hojosas verdes, aguacate, nueces o legumbres. El chocolate oscuro también contiene mucho magnesio.
Si no te gusta el plátano
El potasio es un electrolito importante para mantener a los músculos funcionando adecuadamente. La falta del potasio vuelve más angostos los vasos sanguíneos, resultando en una disminución del flujo de sangre y la descomposición del tejido muscular. Esto puede causar una irritación e hiperexcitabilidad de las neuronas motoras.
Si no te gustan los plátanos, los camotes, aguacates y espinaca también son muy ricos en potasio. Recuerda que el potasio se drena con el ejercicio, así que procura consumir mucho.
No sueles tomar mucho agua
La forma más simple de combatir los calambres musculares es bebiendo más agua. Hasta una deshidratación ligera puede disminuir el flujo de sangre hacia tus músculos, causando calambres o espasmos.
Eres sensible a algún alimento
Todos responden distinto a distintos alimentos y cualquier alimento puede causar una respuesta inmunológica, incluyendo espasmos musculares.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.