Habrás escuchado en las noticias que el agua contaminado por plástico está afectando el pescado que comemos alrededor del mundo.
El pescado te han dicho toda la vida que es una de las proteínas más sanas que puedes consumir. Muchas especias, como el salmón o el atún, son buenas fuentes de omega-3 que es bueno para el corazón y el cerebro.
Pero al igual que las proteínas que encuentras en la tierra, el pescado es tan sano dependiendo de su dieta, cosa que cada vez más contiene lo que se conoce como microplásticos, que pueden medir desde 5 mm hasta menos de diámetro.
Estas pequeñas piezas suelen provenir de piezas más grandes que han sido descompuestas por el viento, las olas y el sol.
¿Pero qué implica esto para ti?
No te tienes que preocupar por atragantarte con estas piezas cuando comes pescado porque ya lo habrá digerido. Pero la carne del pescado aún puede absorber químicos, como del PBC tóxico y metales pesados que se encontrarán en estos microplásticos.
No tienes que dejar de comer pescado ni nada que provenga del mar, aún se necesitan llevar a cabo más estudios para determinar cómo consumir microplásticos en pescado puede afectar el bienestar en humanos. Por lo pronto, los beneficios superan los riegos. Además, los microplásticos pueden tener otro origen a parte del mar si está entrando a tu organismo.
Puedes minimizar esos riesgos consumiendo pescados más pequeños. Las toxinas y el plástico pueden viajar por la cadena alimenticia. Así que consumir animales que consumen principalmente plantas o alga es más seguro que depredadores marinos.
Piensa en sardinas o arenque, no atún o marlin.
Animales como las almejas o lo mejillones también son afectados, pero parecen ser mucho más eficientes en eliminar los microplásticos por su cuenta.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.