Si empiezas a correr cuando no lo acostumbras hacer, es probable que bajes de peso. Cuando empiezas a correr, trabajas muchos músculos al mismo tiempo, lo cual requiere más energía, por lo tanto quemas más calorías que con otros ejercicios.

El problema es que cuando repites muchas veces cualquier rutina de ejercicio una y otra vez, tu cuerpo eventualmente se adapta. La mayoría de los corredores empiezan con una intensidad baja a moderada. Mientras más haces eso, tu cuerpo se volverá más eficiente con ese ejercicio específico, lo cual significa que usará ten poca energía como sea posible para llevar a cabo el mismo esfuerzo. Esto es lo que te entabla en el ejercicio.

Así que si quieres seguir quemando grasa al correr, tienes que gradualmente aumentar el esfuerzo de tu ejercicio. Aquí te ayudamos con unos consejos básicos:

Sorprende a tu cuerpo

 ¿Qué debes de hacer cuando tu cuerpo ya se acostumbro a cierta distancia, tiempo y velocidad corriendo? No tienes que dejar de correr para optar por otro tipo de ejercicio, con que le cambies un poco, ya sea corriendo más rápido, por más tiempo o en terreno diferente.

También puedes incorporar ejercicios de alta intensidad y de intervalos a tu corrida. Esta es una excelente forma de estimular tu cuerpo al correr sin necesariamente tener que aumentar la velocidad y la distancia de tus corridas.

En lugar de correr al mismo paso, puedes acelerar el paso a lo largo de la corrida. Digamos que corres por tres kilómetros todos los días, puedes correr a la misma intensidad que estás acostumbrado y cada cuarto de km corres lo más rápido que puedes por 10 segundos.

Varíalo

Cuando encuentras un ejercicio que te gusta, es fácil caer en la rutina y enfocarte en sólo eso. Pero diferentes tipos de cardio también pueden estimular tu cuerpo para sacarte del entablamiento con los resultados.

Nadar es una buena opción para corredores. A pesar de ser un ejercicio de cuerpo completo, en realidad es un ejercicio restaurador. Como usas diferentes grupos de músculos, nadar permite que recuperes tus reservas de glucosa para la siguiente ocasión que hagas ejercicio.

Andar en bicicleta también funciona para recuperarte si corres todos los días a la vez que te sigue brindando un ejercicio intenso. Permite que ciertos músculos que ocupas corriendo descansen mientras ejercitas más otros.

Luego hay otras alternativas para quemar calorías y a la vez le exiges menos a tu cuerpo: las máquinas elípticas en el gimnasio, trotar en agua, saltar la cuerda, etc. Cualquier cosa que te haga usar músculos similares y que estimule el corazón ayudará.

Intercalar entre correr y cualquier otro tipo de entrenamiento cardio evitarás que tu cuerpo y tu metabolismo se acostumbren a la rutina, lo que significa que seguirás quemando calorías eficientemente.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.