Si has intentado bajar de peso de manera inteligente pero sientes que no estás bajando de peso como te gustaría porque hay unos hábitos que simplemente son demasiado difíciles de corregir, ¿está fuera de lo posible considerar que la hipnosis sea un buen remedio?
No debería de ser una sorpresa que realmente no existen mucho estudios sobre la hipnosis como método de ayuda para bajar de peso.
Pero una prueba controlada al azar que se fijó en participantes con obesidad severa que usaron auto-hipnosis junto con un programa para bajar de peso (ejercicio, cambios a comportamientos alimenticios, no distraerse mientras comen, bajar el tenedor entre mordidas) comparado con un grupo de control que recibió sólo las recomendaciones de estilo de vida.
Al grupo de auto-hipnosis se les dieron tres sesiones con la meta de enseñarles a mejorar su autocontrol antes de almuerzos.
El resultado fue que tras un año, ambos grupos bajaron una cantidad similar de peso (6.3 kg y 5.4 kg respectivamente) Una diferencia bastante importante.
Pero aquellos que creían en la práctica (los que se consideraban “usuarios habituales de hipnosis) terminaron bajando más de peso (9.5 kg), comieron 683 calorías menos por día y reportaron sentir mayor saciedad, menor inflamación y una mejor calidad de vida al final del año.
Con frecuencia la gente dice que la hipnosis es su último recurso, pero mucha gente va visto buenos resultados por ello. Pero aunque sea útil en ciertas situaciones, sí tiene sus limitaciones.
Ahora, cuando decimos hipnosis, no nos referimos a lo que hacen los magos meciendo un reloj frente a ti. Una manera de pensar en la auto-hipnosis es una manera de relajar y ampliar los recursos que tienes para manejar el autocontrol.
La hipnosis sirve mejor para eliminar esos antojos irresistibles. Un método es usando una técnica ligera de aversión donde te imaginas sosteniendo una bola de un kilo de grasa con una barra de chocolate encima. Aquellos bajo la hipnosis debes de imaginar el chocolate derritiéndose, haciendo la bola de grasa más y más grande. En el mundo real, esto significa que no vas a querer estos dulces más.
Otra técnica es imaginar dos futuros en un año a partir de hoy. En uno logras tus metas y en el otro aún te cuestan trabajo los mismos problemas. Estas técnicas de visualización te pueden ayudar a adquirir el autocontrol necesario para resistir estos antojos, algo que te puede ayudar a consumir menos calorías y eventualmente bajar de peso.
Con frecuencia la gente ve resultados en tres sesiones, pero depende de qué tan bien respondan a la hipnosis (cada quien es diferente) y la complejidad del problema que quieren resolver.
Algunas personas acuden a terapeutas buscando tratamiento de hipnosis cuando en realidad lo que necesitan es una sesión con un nutriólogo para aprender sobre hábitos saludables para comer. Otros necesitan manejar su ansiedad o estrés o trabajar en su confianza antes que cualquier cosa.
Usar la hipnosis prematuramente, en estos casos, no te ayudará a resolver la causa del problema, como estrés fuera de control que te haga comer por tus emociones.
No todo funciona para todos de la misma manera, la idea es que te detengas un momento para ser más consciente de las decisiones que tomas al comer.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.