A estas alturas, el que te duela el cuello ya es aceptado como un hecho de la vida moderna, pero no tiene que ser así.
Aquí te enseñaremos unos ejercicios rápidos para estirar el cuello que puedes hacer en cualquier lado.
Rotación controlada del cuello
Acerca la barbilla al pecho y empieza a rotar la cabeza hasta hacer un círculo. Esto te ayuda a mejorar el rango de movimiento de tus cervicales. Haz 5 a 8 en cada dirección. Si te llega a doler, detente en este punto y vuelve a un rango que no te duela, poco a poco conseguirás más rango así.
Estiramiento de trapecio asistido
Esto se enfoca en dos músculos importantes del cuello, el trapecio y el elevador escapular. Es un estiramiento simple que puedes hacer ya sea sentada o de pie. Con la cara mirando hacia enfrente, toma una mano y úsala para inclinar la cabeza lateralmente hacia el lado del brazo. No jales ni fuerces, con el puro peso de tu mano inclinas la cabeza.
Asegúrate de tener tu cuello en una posición neutra y hacer este movimiento de cada lado.
Estiramiento de elevador escapular asistido
Este es similar al anterior, pero con unas ligeras modificaciones, enfocándose en el rango de movimiento para hacer que la sangre fluya en la zona.
Pones una mano atrás de tu espalda baja y giras la cabeza hacia el lado contrario, inclinado hacia abajo diagonalmente. Esta vez vas a jalar tu cabeza, pero desde atrás y no de lado, para que se incline hacia abajo diagonalmente.
Mantén los hombros atrás mientras lo haces y repite de cada lado.
Estiramiento de espalda de rodillas con torsión
Este ejercicio se enfoca en la movilidad de tu cuello, específicamente en una rotación de columna toracica.
Te pones de rodillas en el piso y levantas un brazo haciendo un movimiento largo del brazo como un medio círculo, con tus ojos siguiendo tu mano en todo el camino. Regresas al piso y repites
Repite de cada lado. Si haces esto regularmente debería reducir la tensión en la zona de tu cuello.
Extensión de hombros acostada boca abajo
Esto te ayudará a combatir la mala postura y aumenta la movilidad del lado torácico de la espalda media.
Acuéstate boca abajo en el piso, usando una toalla para levantar tu frente del piso. Aprieta las escápulas conforme levantas las manos del piso y mantienes la postura en el aire por unos cinco segundos y repite.
Esto te ayudará a estabilizar tu postura y reducir la tensión en la columna cervical.
Publicado por Othón Vélez O’Brien.