Aunque algunas personas luchan más con el fracaso que otras, muchas personas experimentamos la misma frustración con la derrota. Ignorar los estándares que nos impone la sociedad o que solitos nos imponemos parece imposible y el fracaso parece inevitable, pero hay una razón por la que los inventores aceptan el fracaso: es el mejor maestro.
Es fácil volverse víctima de los pensamientos negativos, pero en vez de perpetuar el ciclo de culpa por no ser perfecta, acepta que te afecta de algún modo y no trates de poner cara fuerte. Verás que cuando eres más gentil y compasiva contigo misma, con eso en si sentirás un gran éxito.
Aquí te ayudamos un poco con unas estrategias para dejar de victimizarte por el fracaso:
Identifica tus patrones tóxicos
Cuando te sientas inadecuada, ponte al pendiente con cómo te sientes y qué causa esas emociones apuntándolo todo en una libreta o tu celular. Esto te ayudará a identificar los patrones de impacto, dónde y cuándo pueden tener la mayor influencia.
Limita tu consumo
Estar en redes sociales puede hacer que la persona más confianzuda sienta inseguridades. La constante lluvia de imágenes idealizadas son difíciles de ignorar.
En vez, empieza a cambiar tus hábitos observando cómo llenas tu tiempo libre. ¿Te la vives en algún aparato o prefieres dar un paseo? Quizá prefieres acariciar a tu perro o leer un libro. Pregúntate qué te falta para tener más balance.
Recomendamos que pongas tus aparatos en silencio y no uses tu teléfono para más que comunicarte. Toma nota cómo impactan en tu estado de ánimo estos cambios.
Busca la ayuda adecuada
Encontrar un terapeuta que se relaciona con las expectativas de tu identidad y comunidad puede ser muy benéfico. Su pericia te dará un mejor entendimiento para crear un espacio seguro para ti.