Los restos óseos de la “Reina Roja”, enigmático personaje de Lakamha “Lugar de las grandes aguas”, hoy conocido como Palenque, son motivo de nuevos análisis científicos que contribuirán a fechar con mayor precisión el entierro.
De acuerdo con un comunicado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), aún se desconoce si la “Reina Roja” fue la esposa del dignatario Pakal II o una gobernante de esa antigua urbe maya.
Aunque no es la primera vez que los restos mortales de la “Reina Roja” se someten a diversos estudios, la reciente iniciativa de investigación, que cuenta con el aval del INAH-Conaculta, espera que los exámenes, entre ellos de ADN mitocondrial, arrojen información sobre el contexto funerario de esta figura de la historia maya, que se estima falleció hace más de mil 300 años.
El investigador Arturo Romano en 1994 realizó los primeros exámenes de antropología física del esqueleto, así como un equipo integrado por el arqueólogo Luis Eduardo Ramos Cruz, y las doctoras María de Lourdes Muñoz Moreno y Javiera Cervini, del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), respectivamente.
Cervini refirió que el cuerpo de la “Reina Roja” fue cubierto con sulfuro de mercurio, mejor conocido como cinabrio, de ahí la tonalidad roja que adquirió el esqueleto y del por qué se le nombró así. “Por al menos mil 300 años, este derivado del mercurio conformó estructuras estables que permitieron resguardar el material biológico, toda vez que evita el crecimiento de bacterias, logrando así proteger la información genética contenida en las células”, dijo.
Según el documento del INAH, las tumbas de la Reina Roja y de Pakal II son las más grandes y elaboradas, de las hasta ahora descubiertas en la antigua ciudad maya de Palenque, y ambas han sido fechadas arqueológicamente por similitudes de la cerámica hallada las ofrendas de ambas, entre 600 y 700 d.C.
A partir de estudios de antropología física previos, coordinados por los doctores Arturo Romano, Vera Tiesler y Andrea Cucina; más otros de ADN, carbono 14 y de reconstrucción facial, las hipótesis han inclinado la balanza a que se trata de Tzak-bu Ajaw, esposa de Pakal, madre de dos dignatarios de Palenque y abuela de su último gran gobernante maya.
Pese a que dichos exámenes arrojaron como un estimado que la Reina Roja debió morir aproximadamente a los 60 años, el antropólogo físico del INAH, Arturo Romano, ha referido, a modo particular, que es difícil que haya alcanzado tal rango de edad por la severa osteoporosis que padeció y que inclusive redujo su neurocráneo (cubierta ósea que cubre el encéfalo) a una delgada lámina. (Notimex)