Un nuevo estudio del Colegio de la Frontera Norte (Colef) reveló que los mexicanos que son deportados de Estados Unidos, en especial las mujeres, son propensos a sufrir síntomas de depresión y ansiedad.
Según el último censo, se estima que hay unos 12 millones de personas de origen mexicano en Estados Unidos, que representan cerca del 25 por ciento del total de la población hispana en el país.
En palabras de la doctora Ietza Rocío Bojórquez Chapela, titular de la investigación, este estudio es el primero en documentar problemas de salud mental en los mexicanos al momento de ser repatriados. Hasta ahora la mayoría de los informes se habían enfocado en otras consecuencias, como las enfermedades de transmisión sexual, adicciones y violencia.
“El objetivo del proyecto es demostrar que además de las necesidades físicas que tienen las personas que son repatriadas a México, también requieren de apoyo emocional”, explicó la investigadora.
Para realizar su estudio, los investigadores utilizaron la Encuesta de Migración de la Frontera (EMIF) del Colef en 2013, que se realiza en 11 estados fronterizos.
Dentro de este sondeo se agregó un módulo de salud mental donde se preguntó a los deportados sobre si habían tenido síntomas como problemas para dormir, comer bien, así como sentir tristeza y llorar mucho, que son indicadores de problemas de depresión y ansiedad.
Bojórquez Chapela detalló que se escogió a personas mayores de 18 años, de ambos géneros, aunque la EMIF evalúa a personas desde los 15 años, pero para este grupo se necesitan otro tipo de estregáis de evaluación dirigidas a menores.
Dentro de los primeros resultados, el estudio sugiere que después de ser deportados de Estados Unidos a México, los migrantes desarrollan de manera frecuente problemas de salud mental significativos, en especial las mujeres.
El dejar lazos familiares como hijos o pareja, según Bojórquez, podría ser una de las principales causas de la aparición de depresión y ansiedad; además de la cuestión económica, ya que este grupo de población entra al país sin trabajo y con pocos recursos.
Refirió que esta investigación podría ayudar a proporcionar la primera evidencia directa de que la experiencia de la repatriación podría dar lugar a la aparición de problemas de salud mental clínicamente significativos en esta población.
Finalmente, la doctora Bojórquez dijo que el problema de los trastornos de salud mental en la comunidad mexicana debe ser abordado con programas específicos de salud pública ya que este grupo de población al regresar al país generalmente no cuenta con ningún seguro médico que lo respalde.
En el estudio participan como coinvestigadoras la doctora. Silvia Mejía, de El Colef, y la Maestra Rosa María Aguilera, del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Agencia ID