La descripción de la foto de Lea-Ann Ellison lo dice todo: “ocho meses de embarazo con el bebé número tres”.
“He practicado CrossFit durante dos años y medio y (…) creo firmemente que el embarazo no es una enfermedad, sino un momento para deleitarse con la capacidad de tu cuerpo de hacer cosas impresionantes”, escribió Ellison en la página de CrossFit en Facebook.
La foto de la exfisicoculturista provocó más de 1.900 comentarios, tanto positivos como negativos.
“Por qué arriesgarías a tu bebé solo para permanecer en forma. Es la cosa más estúpida que he escuchado”, escribió Natalie Rose.
Otras personas saltaron para defender a la madre atlética.
“Los médicos dicen que es perfectamente correcto apegarte a tu rutina de ejercicios mientras estés embarazada, de hecho te exhortan a hacerlo”, escribió Kristen Funk.
El ejercicio durante el embarazo se promueve, dice la ginecobstetra y asesora médica Sioblan Dolan, del sitio March of Dimes. La rutina de Ellison es un ejemplo extremo, pero la mayoría de las mamás pueden beneficiarse de la actividad aeróbica y de los ejercicios de fuerza antes y después del parto, dice.
“Se debe evaluar la salud en general de una mujer, incluidos los riesgos obstétricos y médicos, antes de recomendar un programa de ejercicios”, según las directrices del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos.
“Generalmente, parece que durante el embarazo es seguro participar en una amplia gama de actividades recreativas; sin embargo, se debe evaluar individualmente los potenciales riesgos de cada deporte”.
En general, los médicos recomiendan hacer 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana, dice Dolan. El significado de “moderado” varía de persona a persona y depende de cuán activa era una mujer antes de embarazarse. La organización de ginecólogos señala que las atletas competitivas podrían funcionar a ritmos más elevados durante el embarazo y retomar la actividad vigorosa más pronto después de dar a luz.
Sería genial que todas se pusieran en forma y empezaran a hacer ejercicio antes de embarazarse, dice Dolan, “pero entiendo que, en el mundo real, estás trabajando; estás ocupada”.
“El embarazo es un gran motivador”, dice, pero las mujeres que nunca han hecho ejercicio anteriormente deberían tener cuidado y no iniciar un programa agotador inmediatamente. La caminata es una buena forma de empezar; puedes iniciar despacio e ir incrementando la intensidad.
Hay ciertas cosas que las embarazadas deberían evitar cuando se ejercitan: las actividades que conllevan un alto riesgo de caídas o de lesiones abdominales, como montar a caballo o esquiar, y el buceo.
Acostarte sobre la espalda o el estómago puede reducir el flujo de sangre de vuelta al corazón, así que las mujeres embarazadas también deberían modificar esas posturas, dice Dolan.
Estas modificaciones pueden ayudarte a conservar tu rutina normal de ejercicios. Por ejemplo, se pueden hacer abdominales sobre el costadoy no sobre la espalda. Incluso hay un sitio web enfocado en las mamás que practican CrossFit.
“CrossFit es un programa de ejercicios basado en la fuerza y la intensidad”, se lee en una advertencia en el sitio. “Sin embargo, durante el embarazo tienes que concentrarte en la fuerza y en mantenerte saludable, no en la intensidad”.
La intensidad es la principal preocupación sobre lo que Ellison está haciendo, dice Raul Artal, presidente del departamento de Obstetricia, Ginecología y Salud de la Mujer de la Escuela de Medicina de la Universidad de Saint Louis, y uno de los principales autores de las directrices para ejercicio durante el embarazo del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos.
Levantar pesos considerables —de más de siete kilos— puede poner en peligro tanto a la mamá como al bebé, dice.
Al levantar pesas, explica Artal, desvías el flujo de sangre de los órganos —incluido el útero— hacia los músculos. Eso puede impedir que el bebé reciba oxígeno. El especialista compara este fenómeno con pisar el cordón umbilical durante 20 o 30 segundos, o el tiempo durante el que te esfuerces.
Levantar pesas también pone a la madre en riesgo de parto prematuro, dice Artal. El esfuerzo puede provocar actividad uterina —por ejemplo, desencadenar contracciones— o romper membranas del saco amniótico que rodea al embrión.
“Algunas personas pueden hacer esta actividad sin consecuencias (…) Lo difícil es que los médicos predigan qué madre tendrá un problema” por hacerlo, dice.
Artal recomienda no realizar esta clase de actividad durante el embarazo, pero dice que “es una decisión muy personal. Una mujer tendría que decidir si está dispuesta a correr el riesgo”.
Es obvio que Ellison tomó su decisión. “Los que odian, odiarán, y eso está bien. Mi vida no es la suya, gracias a Dios”, publicó en Facebook.
Fuente: (CNN)