Desde que NASA lazó el MAVEN en una misión de un año a Marte a finales del año pasado, la agencia ha estado pensando en mandar a gente al espacio por periodos más largos de tiempo. Para prepararse para esta clase de misiones, NASA le pidió al instituto de medicina establecer estándares de ética que pueda usar para decidir si misiones de largo plazo pueden llevarse a cabo aunque vayan en contra de los actuales estándares de salud.

Los estándares de salud más recientes de la NASA dividen las misiones en cinco categorías de riesgo y delinean cómo ayudaría a los astronautas antes, durante y después de esas misiones. Pero la organización sabe que algunas misiones que envían a astronautas al espacio por años a la vez no entrarán en ninguna de esas categorías. El instituto de medicina diseñó un proceso de tres pasos para aceptar esas misiones:

Primero, la NASA tiene que determinar si la misión cumple con los estándares de salud. De no ser así, la NASA tiene que considerar la misión aceptable éticamente y una excepción a las normas. En este caso, la NASA tiene que escoger cuidadosamente y entrenar a cada participante para los siguientes años de trabajo.

Preparación extensiva para viajar en el espacio no es algo nuevo para la NASA u otras agencias espaciales. Los astronautas de la NASA tienen que completar 300 horas de entrenamiento en simuladores antes de poder salir al espacio. Estos nuevos estándares se enfocan más en la NASA y su proceso de razonamiento antes de que comience cualquier misión. Uno de los puntos más importantes en el reporte trata de los beneficios que la misión tendría para la humanidad – la NASA tendrá que comprobar que al enviar a astronautas al espacio por varios años a la vez proporcionará descubrimientos científicos que llevarán a la sociedad adelante.

Uno de los principios éticos propuestos trata de la decisión del astronauta para participar en estas misiones: dice que la NASA debería asegurar que los astronautas deberán poder tener la voluntad a su mayor extensión posible para participar en tales misiones.

Adicionalmente, además de vigilar la salud de los astronautas a lo largo de la misión, la NASA deberá mantener informados a los astronautas sobre posibles riesgos de salud y darles la opción de continuar la misión a pesar de los riesgos.

Parece improbable que un astronauta decida no seguir adelante con estas misiones después del entrenamiento duro y el proceso riguroso de selección de la NASA.

Estás normas podrían hacer que la NASA fuera más cuidadosa con su selección de candidatos para misiones al espacio que ocuparán una grande porción de la vida de los astronautas.

Publicado por Othón Vélez O’Brien.